Gloriana volverá a sus arriesgadas aventuras con magia, esta vez, de la mano con su tía abuela Anastasia Romanov hasta viajar de nuevo por el tiempo para poder resolverlo todo.
🔮🔮🔮
Al final sí se necesitó de ayuda por parte de otras personas aje...
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-Lista tía Anastasia? -Pregunté por fin al borde de un gran agujero negro con la forma quizá más terrorífica del mundo y con el corazón acelerado, pues estaba a punto de volver a ver a mi familia después de tanto tiempo.
-¡Lista mi amor!, ¡Adelante!, ¡Vamos hacia lo desconocido!, ¡Yo estaré siempre contigo. -aseguró mi tía abuela Anastasia dándome la mano mientras que la apretaba contra la suya en señal de confianza.
-Señor hechicero, ¡Vamos!, ¡Puede abrir el portal ahora!, ya que la brújula mágica dentro de mi está guiándome hasta aquí hace muchísimo tiempo y no puedo esperar más, por favor.
-¡Alto!, antes de cruzar deben saber algo... Todo será distinto ahí dentro y por desgracia no existe magia que pueda hacerlas salir de esa nueva realidad, pues si ambas se van ambas se quedan PARA SIEMPRE. -afirmó el brujo estando algo preocupado por nosotras, ya que nos veía extraño.
-... ¿Está usted seguro de que es mi época a donde vamos a ir?
-Si, según mis predicciones se ubicarán en el año 2025, ¡Ashh!, ¡No teman!, solo son casi 110 años de diferencia, pero eso si, deben cuidarse de los hoyos negros o perderán la cabeza ahí dentro.
-¡Ohhhhh!, Tía abuelita Anny, ¿Estás segura de que enserio quieres venir conmigo? -Pregunté un poco triste, pues me alteré mucho tras recordar inevitablemente a Rasputín.
-¡Sí mi ángel sí!, ¡Iremos juntas a pesar de lo que nos pueda suceder allá dentro! -aseguró mi tía abuela Anastasia abrazándome sinceramente.
-Bien, ¡Hágalo!, ¡Encienda el portal!, ¡Volveré a casa por fin. -dije algo nerviosa y con una ligera haqueka.
En el instante en que pusimos un pie dentro del portal mágico una gran luz cegadora alumbró nuestras cabezas intensamente provocando que perdiéramos el rumbo, pues sentí como dentro del oscuro agujero había un enorme reloj que sonaba sin parar recordándome exactamente lo mismo cuando crucé hacia 1917 aquella triste tarde noche, no obstante estaba segura de que muy pronto abrazaría a mi familia, pero NO fue así y el maldito destino me puso una nueva trampa.
-¡Ohhhhh! -exclamé atónita al ver dónde nos encontrábamos.
-¿Dónde estamos?, ¡Ahhh!, ¡Me duele muchísimo la cadera!, ¡No corras mi hijita! -decía mi tía abuela Anastasia con una voz ronca tras convertirse en una anciana de la nada.
-¿Qué?, ¡NO! -Volví a exclamar lanzándome al suelo mientras que lloraba de desesperación y traía mis manos hacia la cabeza.
-¿Qué te sucede Gloriana?, ¿Sabes dónde estamos?-Preguntó mi tía abuela Anastasia estando muy preocupada, pues se sentía muy mal al todo su cuerpo dolerle.
-¡Mírate y mírame a mi!, ¡Nos han engañado vilmente! -aseguré temblando de miedo.
-¿Qué?, ¡Ohhhhh! -exclamó mi pobre tía abuela Anastasia estando realmente en shock al verse anciana y yo como de 40 años.
