Kimetsu No Yaiba [Escenarios/OS]

🦊Un encuentro de enamorados🦊

[Mini OneShot romántico]

Llevaba tiempo como la pareja de Sabito. No nos hemos casado ni nada pero, admito que la paso mucho mejor así. Y no porque no lo quiera, sí no porque no tengo tiempo para un esposo, y él tampoco para una esposa.

Lo cierto es que ambos siendo cazadores de demonios, tenemos un tiempo muy acaparado. A veces solemos toparnos, unos cuantos besos, abrazos, una charla y depende de si nuestros cuervos nos asignan misión o no, durará nuestro encuentro.

Ah, eso sí, nos amamos aún así y nos mantenemos totalmente fieles. Al menos yo. Y ahora que tenemos veinte años, yo más que nada tengo un problema; han comenzado a hablar mal de mi. Entre las personas se destacan señoras ya casadas, con hijos, exceso de maquillaje y unos veinticinco años de edad.

Claramente las ignoro pero llegan puntos donde si Sabito y yo queremos dormir en una posada, no nos dejan por ver qué no tenemos hijos y peor porque no estamos casados. Piensan que eso trae malas vibras y tonterías por el estilo.

-____. -Volteo a verlo a los ojos con un poco de asombro.- Llevas rato pensando mucho, ¿Estás incómoda?

-Para nada. Solo pensaba en... La inmortalidad del cangrejo. -Alzo las cejas y él solo sonríe divertido.-

-Uy si, se escucha muy creíble. -Me río junto a él.- Te conozco lo suficiente como para saber que no piensas en cangrejos. A menos que tengas hambre.

-Tengo hambre.

El chico me mira sospechoso y ante ello dirige su cabeza a mi panza posicionando su oreja en éste. Me sorprendí un poco por eso último pero no lo detengo, me resulta gracioso.

-No, no tienes hambre.

-Ok, ok. Lo que pasa es que...

Tomo un corto silencio. La verdad no sé si decirle porque no quiero preocuparlo. Se supone que este tiempo es para pasarla bien y lo que estoy haciendo es estar a punto de incomodar las cosas con un tema que por obvias razones nos debería de dar igual. Pero somos una pareja muy unida y mentir no está bien.

Yo amo a Sabito, y lo diré siempre. Porque éste hombre me mostró lo mejor del mundo, y me hizo salir de mi burbuja de lo imposible.

-Sea lo que sea que tengas, puedes confiar en mí. -Lo miro a los ojos profundizando más nuestro encuentro.- Sabes lo mucho que te amo, ___.

Y no pude evitar soltar una sonrisa de tonta enamorada al mirarlo. Ambos con nuestras mejillas rojas y nuestros ojos viajando por el cosmos de cada uno. Verlo me hace recitar mil poemas en lo profundo del bosque de cerezo, mientras nuestros pies tocan nuestras almas y unir nuestros corazones.

¡Demonios, te amo!

Sin pensarlo dos veces me aviento a él y lo abrazo como nunca. Entonces comienzo a estrujarlo entre mis brazos a la par que reparto besos en su hombro y cuello.

-¡Sabito te amo, enserio te amo! -Y repito una y mil veces el te amo en su oreja.- ¡Te amo demasiado!

Sus brazos me rodean con ternura y siento como esconde su rostro entre mi cuello y hombros.

-Claro que no. Yo te amo mucho más.

-Oh, por favor. No seas cursi. -Me alejo y lo miro con una ceja alzada.-

Ambos nos quedamos en silencio mirándonos divertidos, hasta que él suelta la primer carcajada y se sube sobre mi, picando mis costillas con una mano y con la otra haciéndome cerillito en la cabeza.

-¡Eh, basta jajajajaja!

-Tu no quieres que sea cursi, entonces te daré algo menos cursi. -Continúa con las cosquillas.-

Luego de un rato de reírnos, toser y soltar flemas, nos acomodamos nuevamente en la banca y comemos tranquilos lo que trajimos para los dos. Yo le cociné a él y viceversa.

Este tipo de momentos con mi pareja son únicos, y creo que ya lo notaron. Somos esa chispa que enciende en los demás algo diferente, es una inspiración nueva que la gente de hoy en día no conoce y no sabe llevarla acabo. Es llevar una nueva rutina con tu pareja, no pensar siempre en el futuro, preocuparse sobre casarse y tener hijos, es vivir la vida disfrutando uno del otro, amándonos.

No importa cuánto tiempo nos separemos, al volver a estar unidos es como si se detuviera el mundo solo para que ambos podamos disfrutar de nuestras compañías, sintiéndonos y gozando del amor que podemos dar mutuamente.

Agradezco todo este tiempo con él. Ahora creo que ya puedo decirle como me siento.

-Bueno, Sabito. -Le doy un mordisco a mi bolita de arroz.- Estaba algo pensativa por pensar que no te gusto.

-¿Estás loca?

-No, déjame terminar, loco. -Tomo un respiro.- Quizá por el hecho de que no nos hemos casado, o qué la gente habla mal de nosotros por ser mayores y seguir como una pareja de adolescentes. Pero déjame decirte que...

-Así estamos bien por el momento, ___. -Me sonríe.- Somos jóvenes y deberíamos disfrutar más de eso. Yo en lo personal si me gustaría casarme contigo, pero cuando nos sintamos preparados, y el tiempo esté de nuestro lado.

-Eso justo pensé en este tiempo que pasó. -El de pelos melón se acerca a mi y limpia mi mejilla.- Realmente yo... Te amo.

-Y yo más a ti. Tú nunca me vas a ganar.

-Oh, cállate cara de melón.

-Por eso soy tu favorito. -Suelta una carcajada.-

-Giyuu es mi segundo favorito. -Nos quedamos pensando un poco respecto a eso que dije.-

-¡Será nuestro hijo! -Decimos al unísono.- ¡Si! -Volvemos a compartir palabra.-

Nos miramos con un brillo especial y nos reímos alegres de que, podamos resolver las dudas de nuestro al rededor. Podamos sentirnos libres de ser como somos y no romper nuestra unión por culpa de otros.

Esto es sano.

...

No había escrito nada de él bebé de Sabito, pero ya aquí me inspiré con algo super romántico así que espero les haya gustado incluso si fue corto.