Kimetsu No Yaiba [Escenarios/OS]

💠¿qué?💠

ESTO ES GUERRA DE ESCENARIOS EXTRAÑOS _ErikaSelenia_
...

Pensaba que mi vida no podía dar más giros inesperados, pero oh, sorpresa. Fui vendida a un sacerdote para ser casada con un niño.

Un niño.

Yo definitivamente estoy impactada. Una porque ES UN NIÑO, y dos, porque SOY MAYOR. Y hay un tercero, ni siquiera tomaron en cuenta mi opinión, mis derechos inexistentes por ser menor de edad y... Además, mi libertad. Tan solo era un año para largarse a vivir sola pero ¡No!, Se adelantaron antes de que pueda pasar eso y decidieron ganar unas cuantas monedas por mi. ¡Si, unas cuantas!

Y ya regresando a la boda. No tengo ni idea de cuántos años tendrá el chico pero estoy nerviosa. ¿Si quiera el pobrecito querrá? Espero no me pidan hijos, espero no lo haga porque todas sabemos lo doloroso que es un parto. Lo es y siempre lo será, maldita sea.

Estoy nerviosa. Estoy furiosa conmigo por no haber escapado antes al conocer las actitudes de mis padres.

Para acabarla, odio estos vestidos. Tan enormes e innecesarios, los odio como no imaginan. Hace un perro calor de la fregada y esta señora solo intenta incrustarme el estúpido vestido como piedra.

-¡No quiero usar esa cosa! -Me defiendo con la espada que estaba anteriormente colgada en la pared.- ¡Me niego a asarme en esa cosa!

-¡Señorita, es importante que la novia lo use!

-¡No y no! ¡No lo haré!

-¿Qué sucede?

En la habitación se aparece un niño azabache con los ojos más grandes que haya podido ver en mi vida. Tan profundos y misteriosos que me hizo empuñar más la espada.

-¿Todo bien? -Habla de lo más tranquilo.-

-Uh, yo...

-No pasa nada, joven Kiriya. Su futura esposa no quiere colaborar con ponerse el vestido.

-Oh, es eso.

¿Es eso? ¿Solo eso dirás? Admito que muy tierno pero me niego a obligar a un pobre niño de quién sabe cuántos años a pasar su vida con mi amargada presencia.

-Escucha, Kiriya. -Lo miro directamente.- Yo no estoy de acuerdo, y supongo que tú tampoco. Pero no tengo opinión al respecto debido a que básicamente me entregaron a ustedes por unas moneditas.

El jovencito parecía impactado con cada palabra que soltaba y solo apretaba sus puños. Se le veía asustado y pensando sobre qué hacer.

-¿Usted no quiere, señorita ___? Yo estoy de acuerdo. -Sonríe amablemente.-

Ay mi corazón se derrite.

-Practicamente no tengo opinión aquí. Pero tan solo estaría bien dejarte crecer aunque sea un par de años...

La mujer anciana nos miraba en desacuerdo. ¡Y callese más vale que no hable! ¡Mi opinión vale por primera vez en mi vida!

-Entonces está decidido. -Se acerca a mi y junta nuestras manos.- Esperemos un poco más y conozcamonos. ¿De acuerdo?

Su sonrisa me hipnotizó, así que asentí lentamente.

...

Mooo.