Kimetsu No Yaiba [Escenarios/OS]

🦊☣️Sentient☣️🌊

Terror psicológico

La humana femenina está yá descansando. Permanece quieta, no presenta signos de una pesadilla, sus párpados no están apretados y mucho menos sus puños. Su postura es normal, pero parece carecer de calor ya que abraza su cuerpo intentando obtenerlo.

Las facciones detalladas, finas como la existencia de un ser vivo sin igual, son esas que nos distinguen. Una mujer de nosotros.

Solo una.

...

-Es hora de despertar. -Una voz se escucha en todo el extenso cuarto de solo cuatro paredes. Los ojos de la chica se abrieron delicadamente intentando acostumbrarse al fino destello de luz blanca, proveniente de un lado contrario.- Despierta.

Es así como se incorpora en el cubo de concreto, firme como la piedra; sólido como su estado lo indica. La sobreviviente talla sus ojos para acostumbrarse, esperando el cubo de agua para lavarse como es de costumbre.

Desde la pared frente a su persona sale dicha cubeta pintada de una fina capa blanca. Ella con pereza va a aparentar que es un lavabo y así enjuagar primero su cara, luego su boca. Estando ya limpia, suspiró y esperó las órdenes rutinarias.

Quizá, posiblemente hoy sería otra rutina que cambiaría su estilo de cómo era desde que la "rescataron" de entre los muertos; de entre la guerra.

-Dirigite al centro de la habitación. -Ordena una voz masculina.- ¿Quieres una galleta? Asiente con la cabeza.

Asiente, ni corta ni perezosa.

Cinco galletas salen del tubo conectado a la pared.

-¿Quieres leche? -La chica asiente. Una compuerta pequeña es abierta y de ahí es empujado un vaso con leche enteramente lleno.- Provecho.

Sin decir nada, como siempre, disfruta de los manjares azucarados. Producto de su buen comportamiento desde que llegó. Su manera de actuar siempre fue como su estuviera aturdida aún por la bomba que estalló repentinamente en su ciudad aquel día tan oscuro.

No perdió la capacidad para hablar, ni para pensar, y mucho menos para saber que tiene una identidad. Pero las cosas pasaron tan rápido que solo se dedicó a aceptar la realidad. Estar encerrada, atrapada en un lugar desconocido. Voces salientes de la pared, premios como galletas o juguetes, todo esto sin reprimir ni una sola vez.

Después de todo no hay mucho qué hacer contra esto. Solo cuatro paredes, voces de dos hombres en específico y su mera existencia jugando con una pelota.

Luego de terminar las galletas, nuevamente habló la otra voz más fría que la anterior.

-Colocate en el centro de la habitación. -Hace caso limpiando su boca.- Esta vez contestarás nuestras preguntas con un si y un no usando la pelota. Lanza la pelota a la izquierda si es si, siendo no la lanzarás a la derecha. Empecemos.

La chica busca de inmediato la pelota y la toma para regresar al centro. Espera a que la voz suelte la primer pregunta ya preparada para lo que sea. Después de todo si hace las cosas bien, tendría un premio.

-¿Te gusta estar aquí? -Ella sin pensarlo lanza la pelota a la derecha.- Ya veo. -La voz menos seria suelta un suspiro poco audible.- Siguiente.