𝐕𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐫𝐞𝐜𝐮𝐞𝐫𝐝𝐨𝐬 - 𝐆𝐫𝐚𝐲𝐋𝐮

Capítulo 14

Capítulo 14

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12 de mayo de 2006

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- Zeref... ¿cuándo me dejarás tranquila? - preguntó Lucy mirándolo fijamente a los ojos.

Él sonrió de lado y se inclinó sobre la mesa de la recepción para estar más cerca de ella.

- Cuando accedas a salir conmigo, solo una noche - susurró dejando que su aliento le golpease en la cara.

Lucy suspiró pesadamente y negó con la cabeza.

- No voy a salir contigo Zeref, ni contigo ni con nadie. Tengo cosas más importantes de las que preocuparme - dijo Lucy mirándolo fijamente a los ojos.

- De acuerdo - se rindió haciendo una mueca - te dejaré tranquila si me das una razón de peso para que lo haga.

Lucy sonrió y rodó los ojos... lo pensó durante unos segundos y pensó que podría decirle la verdad, después de todo, estaba ya de casi cuatro meses y ,aunque llevaba ropa holgada, poco más podría ocultarlo.

- Estoy embarazada - dijo con voz tranquila.

Zeref frunció el ceño y la miró durante un largo minuto sin mover ni un sólo músculo de su cuerpo.

- ¿Mi hermano es el padre? - preguntó en un susurro.

Lucy abrió muchos los ojos y comenzó a negar frenéticamente con la cabeza.

- No, no, no... ¡No! Demonios... ¿cómo puedes pensar eso? - preguntó sorprendida.

- Entonces... ¿por qué te cuida tanto? - preguntó confundido.

- Natsu me está ayudando, pero es solo un amigo. No veas cosas donde no las hay - dijo ella.

- Bueno... - lo pensó unos segundos y después sonrió de lado de nuevo - no puedes beber pero podemos salir a divertirnos... ¿no?

Lucy sonrió y negó de nuevo con la cabeza.

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Presente

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- ¿Es que nadie va a presentar a alma de la fiesta? - preguntó Levi haciendo un adorable puchero.

- Sí... - dijo Zeref sugestivamente mirándola de arriba abajo - preséntanos Lucy.

Lucy lo golpeó en el pecho y él la miró mal unos segundos.

- ¡Ni comes ni dejas comer, mujer! - se quejó Zeref - No quieres salir conmigo, pero tampoco me presentas a tus amigas... mala persona - dijo fingiendo indignación.

- Que penita me das Zeref, ¿con cuántas has salido esta semana? ¿cinco? ¿seis? - preguntó Lucy.

- Han sido ocho, y eso que anoche me quedé en casa porque hoy madrugábamos para coger el avión - dijo con orgullo.