Novena Pagina

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22/09/17  23:34 h

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22/09/17  23:34 h

El día de hoy mis pensamientos me invaden, tengo un vacío existencial dentro de mi ser, el miedo e impotencia surgen al mismo tiempo.

Deseaba hablar con mi nuevo cuidador, fui claro, confesé todo. ¡Lo juro diario! Se los conté todo, expliqué con total desvergüenza el proceso de cómo mato a mi cuidadora, no me contuve de nada, incluso describí su rostro al mirarme, aún recuerdo sus pupilas dilatadas mientras narraba los gritos de dolor que mi cuidadora hacía.

Sin embargo, lo peor no fue solo tener que repetir entre lágrimas tal acto atroz, sino que mi nuevo cuidador no me creyó ninguna palabra.

—Ella es una niña buena. —repitió una y otra vez, sus palabras causaron en mí tanto enojo que no pude contenerme al responder.

—¡Te acabo de contar que mató a alguien! ¿Cómo puede ser una niña buena?

Nadie me creyó y eso me lastima, todos en este lugar actúan en mi contra, como si yo fuese el malo o la persona que está loca, tienen a una psicópata aquí y no les importa. Lo diré las veces que sea necesario. Ya no quiero. ¡No quiero a Karen aquí!

Espera diario, están golpeando la puerta con fuerza.

¡¿Pero qué está pasando!?

¡¿Pero qué está pasando!?

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22/09/17 23:45 h

Diario no puede ser, entraron dos cuidadores y tomaron de los brazos a Karen.

—Por favor, tanto tú como yo sabemos lo que está pasando, ahora solo quédate quieto, esto no tiene nada que ver
contigo. —aseguró uno de ellos cuando se percató de mi desespero en protegerla.

Tras eso la llevaron a fuera, lo que más me sorprendió fue que ella en ningún momento opuso resistencia o se defendió, como si ella tuviese la idea de que eso pasaría, cuando estaba a punto de salir de la habitación, Karen solo me miró detenidamente y sonrió, debo confesar que fue una sonrisa tierna a pesar de conocer su verdadero ser.

Ahora ella se fue para siempre.

No logro coincidir porque esto hace que yo me sienta solo de nuevo, estoy confundido, en este instante puedo sentir como la soledad y la agonía de estas cuatro paredes me consumen poco a poco. Karen fue una buena compañera, en este punto no me importa que haya matado a mi cuidadora, ahora más que nunca necesito su compañía, ella me ayudaba un poco a superar todo esto, jamás pensé sentirme de esta manera, jamás imagine volver a ser consumido por la “nada” de este cuarto.

Secretos entre Paredes√√Donde viven las historias. Descúbrelo ahora