Después de terminar la explicación de la lección, Maite entregó una hojas para que comenzara a poner en practica lo aprendido. Camino se sentó en una de las mesas de dibujo y entusiasmada, empezó a trabajar.
Tardó poco en hacer el ejercicio que le había pedido Maite. La profesora estaba metida en su trabajo, leyendo unos papeles con mucho detenimiento. Camino no quiso interrumpirla y así tenía una excusa para poder tomar una hoja en blanco y dibujarla... Cada vez que la miraba, en cada intento de recrearla en el papel, encontraba algo nuevo en lo que no había deparado con anterioridad. Esta vez era un lunar en la clavícula... y de repente su mirada se desvió hacía el borde de la camisa, donde la piel quedaba oculta y quiso saber que lunares tendría bajo la ropa y por inercia se puso de puntillas y se inclinó...
- ¿Señorita Pasamar... Camino, qué estás haciendo?.- Preguntó Maite, riéndose extrañada con la actitud de la joven.
- Uy.- Camino casi se cae al escucharla.- ¡Perdone!.- Casi gritó turbada.
- No pasa nada... ¿Ya has acabado?.- Le preguntó incorporándose y acercándose rápidamente con la curiosidad dibujada en su rostro.
A Camino se le aceleró el corazón al ver que la primera hoja a la vista era aquella donde aparecía una Maite sentada en actitud relajada mientras leía... los nervios se le agolparon y manoteo las hojas, intentándola ocultar con tanta mala suerte que la hoja se calló al suelo, Camino siguió su recorrido por el rabillo del ojo y se percató de que cayese donde Maite no pudiese verla. Por suerte, así fue.
- ¿Se puede saber qué haces?.- Le preguntó Maite con cara de sorpresa.- No dejas de sorprenderme, a veces pareces una chica rebelde y otras tan tímida... Venga, que no te de vergüenza.- Maite golpeo suavemente a la joven en el brazo.
- Toma.- Le dijo Camino entregándole las hojas con el ejercicio que le había pedido. Tres medidas diferentes de retratar a la misma persona.
Un silencio profundo se estableció en la estancia mientras Maite observaba el trabajo. Su cara era de sorpresa y había intentado en varias ocasiones decir algo... pero no decía nada al final y a Camino eso la estaba poniendo de los nervios.
- ¿Qué pasa? ¿Está mal?.- Preguntó Camino preocupada.- Puedo repetirlo si quiere...- Maite la miró muy sorprendida. Parecía querer adivinar qué había dentro de su mente. Camino sintió que la empezaba a observar de otra manera, una manera que la hizo sentir incomoda.
- Osea... ¿en serio? ¿De verdad me estás preguntando si está mal...?.- Frunció el ceño sin comprender.- No te entiendo... ¿es que no lo ves?.
- ¿El qué?.- Camino no entendía nada.
- Qué son maravillosos. No puedo decir otra cosa. No solo son perfectos e idénticos entre ellos, a pesar de haber usado diferentes medidas... sino que.... ¡Oh, Camino!.- Exclamó emocionada mientras volvía a mirar las hojas.- Creo que llegarás muy lejos, no lo creo, lo sé.- Parpadeando mientras seguía observando las hojas con incredulidad.
- ¿De verdad cree eso? Yo... pensé que no era para tanto. Además debo admitirle que lo he hecho un poco rápido... Podría haberlo hecho mejor...
- ¿Mejor?.- Maite soltó una carcajada.- Pero si ya es perfecto...- hizo un amago de abrazar a Camino de lo emocionada que estaba.- Bueno, calmémonos.- Dijo, más para sí misma, intentando relajarse y ponerse sería.
- Yo estoy tranquila, parece usted más emocionada que yo.- Comentó camino bromeando.
- Pues claro, porque no eres consciente del potencial que tienes y yo sí.
- Es que nunca me he parado a pensar en si estaba bien o mal, siempre he dibujado para mí misma, porque necesitaba retener algunas imágenes en mi cabeza. Imágenes hermosas que no quiero olvidar o que me parecen misteriosas... - Explicó Camino encogiéndose de hombros. - Siempre que puedo llevo mi bloc, tengo muchos como este.- Dijo señalando el que ahora descansaba en una de las mesas. - Llenos de esbozos, paisajes y retratos, rasgos, animales, incluso objetos... Cualquier cosa que me llamara la atención. Mi madre, suele decir que antes de aprender a hablar, aprendí a dibujar.- Dijo Camino riéndose de la anécdota.

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Impresión, sol naciente (Maitino love)
RomanceMaite es profesora de Historia del Arte y Camino una de sus alumnas. Cuando Maite se ve obligada a trabajar con un brazo en cabestrillo, Camino se convierte por azar en su ayudante. La relación primero tensa, ira tornándose cada vez más cercana e in...