Prólogo

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Hace tiempo, en una tierra lejana, existía un príncipe arrogante, vanidoso, egoísta y de corazón tan negro como el azabache.

Contaban en el pueblo que dicho joven alguna vez poseyó el corazón más bondadoso y puro que alguien pudiera imaginar, pero las constantes presiones de su padre, un rey de corazón de piedra acabaron por consumir su corazón y dañar su alma.

Cayo en los vicios mas bajos que corrompen el alma de los hombres; la bebida, el deseo carnal y el bien material. Su comportamiento era insufriblemente infantil, pero cuando se le provocaba, no tenía reparos en escarmentar a quien se opusiera ante el.

El rey estaba disgustado con la actitud de su hijo, es cierto que el también era un tirano, pero estaba harto de la actitud caprichosa e infantil de su hijo, tanto, que planeo seriamente en nombrar a su sobrino, su sucesor. Esto solo sembró discordia en ambos primos, criados como hermanos, y envidia en el corazón de su hijo.

Un día, el rey harto de todas las cortesanas que su hijo metía nada discreto al palacio, decidió comprometerlo con una distinguida duquesa.

La joven se presento ante la familia real, de piel morena, de cabello color chocolate, de ojos aceituna y al parecer con un inseparable collar con una cola de zorro. Todos le dieron una cálida bienvenida, todos, excepto el que sería su prometido. Este solo le dedico una mirada de indiferencia, una simple duquesa era muy poco para alguien como el. Por su puesto, ella sintió aquella indiferencia.

Cada día que ellos pasaban juntos, era constantes peleas que mortificaban a la joven de ojos verdes. Si así pasaban sus días como prometidos, que sería de esposos.

Un día ajetreado, el simplemente estaba recostado cómodamente en un sillón.

"Príncipe, ¿No debería estar atendiendo asuntos reales en vez de estar sumido en la pereza?"

"Ja ¿porque debería? Mis ministros se encargan de mis asuntos por mi."

Otro día, ella escucho una fuerte discusión entre su prometido y su primo.

"Príncipe, ¿No debería solucionar las diferencias entre su familia y evitar de la envidia tire por la borda todos esos años de unión?"

"Ja, ¿Porque debería?ese es solo un ladrón que quiere arrebatarme lo que es mio por derecho de nacimiento, ahora largo, que no son sus asuntos"

Un día en la corte real, el príncipe golpeo a un embajador que osó faltarle al respeto frente a toda su corte.

"Príncipe, golpear a ese embajador a sido un acto de ira bastante imprudente, quien ha quedado mal enfrente de todos es usted"

"¿Y tu quien eres para cuestionar mis métodos para que me respeten? Soy el futuro rey y tengo que dar a entender lo que les pasa a aquellos que osen desafiarme, ahora largo si no quieres que aplique mis métodos con usted, casi olvido que es una mujer"

Otro día se enteró que explotaba a los hombres de los campos mineros. Como siempre, volvió a cuestionar.

"Esos holgazanes no sacan suficiente oro, si aumento el impuesto, trabajaran el doble para si cubrir la demanda."

Una noche lo encontró ahogado de borracho en su despacho, esta vez ni se molesto en reprocharle nada, simplemente lo llevo a rastras hasta sus aposentos, soportando todo el camino el olor desde el mas fino vino, hasta el más corriente de los licores.

La joven duquesa no aguantaba más, pero el día que fue la gota que derramo el vaso, fue que mientras buscaba al príncipe en sus habitaciones, lo encontró entregado por completo a la pasión carnal, con una de sus doncellas.

"Le he tolerado muchas cosas majestad, pero no tolerare que se burle de mi en mi propia cara."

"Solo es una simple duquesa, no tiene nada que yo no tenga mas que ofrecerme, incluso si el desgraciado de mi padre nombra rey al bastardo de mi primo, su posición no sera suficiente, comparado con lo que tengo ahora. Si no desea casarse conmigo, es libre de retirarse por donde llego, miles de doncellas matarían por estar con alguien como yo. No sera difícil encontrar una heredera al trono."

"¿Eso cree usted? Si vieran lo podrido que esta en su alma, esa fachada de hombre bien parecido no le servirá de nada".

La habitación se comenzó a ensombrecer, los ojos de la joven duquesa se tornaron de un brillo naranja. Su inseparable collar de cola de zorro comenzó a levitar y emitir un brillo.

"¿¡Qué eres!?"

"Soy la que te dará una lección, la que te dará el castigo que te mereces, hasta que seas capaz de amar a alguien, y que a su vez, seas correspondido sinceramente por ese amor"

La duquesa fijo su mirada en el collar de plata con una huella de gato verde que colgaba del cuello del príncipe. Alzo sus manos y ocurrió.

El príncipe sintió como sus dientes se afilaban, sus orejas sentía como si alguien se las jalara hasta su cabeza, sus manos comenzaban a picarle, le estaba saliendo pelo, y sus uñas se estiraba, hasta convertirse en garras. Cayo agotado.

Se levanto para verse al espejo, era un monstruo, un monstruo mitad gato.

"¡¿QUÉ ME HICISTE BRUJA!?"

"Solo saque la fealdad que hay en ti, fealdad, que disimulas con belleza." Expreso la duquesa con rostro neutro, solo para dar media vuelta y salir de la habitación.

El rey no lo podía creer, su único hijo convertido en "eso". Avergonzado, lo mando a vivir al palacio de verano, le prometió que seria temporal y que encontraría a alguien que revirtiera lo que esa joven le había hecho, de la que por cierto, parecía que se la hubiera tragado la tierra.

Para que no estuviera solo, lo mando a vivir junto con dos sirvientes, su nodriza y un señor mayor de origen asiático, quien fue el que adiestro al joven príncipe en el esgrima y estudios científicos.

Pasaban los años y el pobre príncipe se había resignado a parar la eternidad convertido en "esa cosa", una vil bestia. El palacio de verano, antes cálido, lleno de movimiento y recuerdos se torno un lugar frió, oscuro y lúgubre.

Dejo de tener noticias de su padre, claro, le avergonzaba tener una abominación como hijo, lo oculto para evitar de las demás personas se enteraran y lo mas probable es que el sucesor, sera su primo, nadie querría una bestia como rey.

No olvidaba las palabras de esa bruja: "hasta que seas capaz de amar a alguien, y que a su vez, seas correspondido sinceramente por ese amor."

¿Quien podría amar a una bestia?

¿Quien podría amar a una bestia?

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La Bella y La Bestia (MLB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora