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Basada en la historia del mismo nombre.
Con una historia y escenario.....un tanto diferente
(Re subida)
Créditos a los respectivos fanarts y fotos, ninguno es de mi propiedad.
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Los jardines ya se habían cubierto de una ligera capa de nieve, pero aquellas rosas seguían tan rojas como cualquier mañana en plena primavera, un precioso rojo sangre. Marinette no dejaba de preguntarse la razón de ello, pero no por ello se miraban menos bellas, todo lo contrario, le gustaba apreciarlas. Mientras paseaba entre la nieve a lo lejos la observaba la Bestia....no. Adrien. Pero no la observaba como un carcelero o como un cazador asechara a su presa, lo hacía con curiosidad, pese al rostro melancólico que ella tenia, irradiaba amabilidad, también por el hecho de como cuido de el la noche anterior.
Lo de ayudarlo a volver al castillo pudo haber solo sido un gesto de gratitud. Vida por vida. El la salvo de los lobos, ella de morir por las heridas. Pero se quedo con el toda la noche, bien pudo haber sido Nathalie la encargada de cuidarlo, pero fue ella ¿Porque? Pensar en ello hacia que su corazón latiera desbocadamente. A percatarse de como la miraba la de ojos azules le dedico una sonrisa nerviosa y sus mejillas se tornaron coloradas, dándole una tierna apariencia.
De repente la mano de Marinette comenzó a dolerle. La había descuidado desde que llego al palacio, y nadie, excepto Nathalie, sabían que la tenía. Intento hacer movimientos circulares, pero sintió que comenzó a trabarse, provocandole un dolor más intenso. Se mordió los labios para no gritar, pero su gesto no paso desapercibido por Adrien quien con dificultad por las heridas se acerco a ella.
-¿Qué es lo que te pasa?- Preguntó con algo de rudeza. No estaba acostumbrado a preguntar por el estado de los demás, pero al menos no empleaba un tono exigente o autoritario.
-No es nada, oye ¿No deberías estar en cama? Te puede hacer daño el frío.- Respondió Marinette intentando desviar el tema.
-Estoy bien, por mi no te preocupes, pero tu, no pareces estarlo ¿Qué le pasa a tu mano?- Soltó si más.
-Enserio, no es nada, solo un pequeño calambre....- Lo minimizó ella.
-No me mientas.- Interrumpió bruscamente. La tomo sin permiso del antebrazo y retiro su guante, dejando expuesta una mano mecánica con engranes.
Ambos se quedaron congelados sin decir una palabra, con los ojos abiertos como platos. Adrien, inconsciente, fue aflojando el agarre que tenía sobre Marinette y esta reacciono, retrocediendo unos pasos y luego salio huyendo. La chica se había sentido desnuda, expuesta.
-¡Espera!- Corrió tras ella, tomándola por un hombro cuando la alcanzó. -Yo...yo.....ven conmigo.- La guío al interior del palacio, a la sala de estar y la sentó al lado de la chimenea. -¡Maestro!- Grito. Al momento, entro el Maestro Fu.
