La Bella y La Bestia (MLB)

🌹Confrontación🌹

(si deciden poner el soundtrack les recomiendo que lo hagan a partir del min 2:24)

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Adrien miraba los pocos pétalos frescos que le quedaban a la rosa que su madre encanto, él sabía que habían llegado intrusos, sabía que venían por el, solo esperaba que no hubieran herido a sus sirvientes, que al menos pudieran escapar a salvo, sería una buena manera de por fin haberse librado de el.

"Bueno padre, aquí se cumplirá lo que tanto anhelas desde que me volví un monstruo."

Escuchó como bruscamente se abrió la puerta de sus habitaciones, era un joven de cabello castaño, vestido de forma elegante, portaba armas. Adrien solo lo miro de forma apática, como si no estuviera ahí.

Sin esperar respuesta, Claude saco su pistola y disparo, dándole en el brazo a Adrien, el cual soltó un rugido de dolor, Claude aprovecho esto y se abalanzo sobre el, traspasando la ventana. Rodaron por el tejado, quedando a una peligrosa distancia de la orilla. El cielo amenazaba una tormenta.

-¡Levántate!- Ordenó Claude, pero el solo lo ignoro. Furioso, el castaño lo pateó con su pesada bota.- ¡Levántate! ¿Qué te ocurre bestia? ¿Demasiado gentil, para defenderte?- No obtuvo ninguna respuesta.

Comenzó a fastidiarse de que la bestia lo ignorara y ni siquiera moviera un dedo aunque sea para salvar su vida. Por dios, que con ese tamaño y esas garras no dudaba que en un combate cuerpo a cuerpo estaba claro quien las tenía de perder.

-Esperaba que fueras más un reto, lástima que no podre darle una buena historia a mi amada, aunque ella no quiera saber nada de ti.- Dijo mientras le mostraba el anillo con la huella de gato.- Sera una buena esposa.-

Al ver esto el corazón de Adrien se rompió en mil pedazos, si es que eso a estas alturas era posible.

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Marinette llego a todo galope al palacio, las puertas estaban abiertas, bajó del caballo, entrando y fue hacia arriba, sin importar que con sus pies lastimados, descalzos y húmedos resbalara y trastrabillara con la loza, pero unas gigantes manos la detuvieron apresándola.

-¿A donde va una lindura como tu?- Dijo el hombre corpulento.

-¿Qué tenemos aquí?- Dijo otro hombre con un parche en el ojo.

-¡Suéltenme!- Intentaba forcejear pero era inútil.

-Podemos divertirnos con ella.- Dijo el hombre que la tenía sujetada.

Antes de que pudieran hacer algo, el hombre que tenía presa a Marinette soltó un alarido de dolor, abriendo los brazos para dejarla ir, fue la sorpresa de ver al Maestro Fu con espada en mano, le había hecho un corte en la espalda del sujeto.

-Maestro Fu.- Dijo ella en lagrimas, feliz de volver a verlo y que estuviera bien. Pero la felicidad no duro mucho, pues los hombres se voltearon furiosos al anciano con espada en mano, el por instinto, puso a Marinette tras el.