ECLIPSE: La Historia de un Amor Perdido [CAMREN]

Prefacio.

Miami, Florida. Estados Unidos

Año 2015, Febrero 15.

Ahí estaban todas mis esperanzas y mis miedos, en ese maldito lugar. Estaba a punto de ser enterrado, literalmente, enterrado.

Sólo quedábamos presentes en aquél cementerio; Sinuhe, Alejandro, Dinah Jane, Allyson y yo.

...Los padres de Normani habían tenido que prácticamente arrastrarla de aquél lugar para llevarla a casa, su estado de verdad era bastante triste.
Digamos que ninguno de nosotros estaba mejor, pero teníamos una especie de shock que no nos permitía ni estar bien, ni mal.

...Quizás ya habíamos llorado, golpeado y gritado todo lo que nuestro cuerpo podía hacerlo. Ahora solo nos quedaba observar aquél espacio en el césped cubierto de tierra fresca, con nuestro rostro inexpresivo, ojos hinchados y un corazón totalmente roto.

- Señor...- interrumpió nuestros pensamientos un chico moreno oscuro, trabajaba en aquél cementerio y traía una gran roca cuadrada.

Alejandro, el padre de la difunta, luego de un segundo pareció reaccionar.

- Oh... - tomó aquella estatuilla de las manos del hombre.- muchas gracias...- dijo en un tono amable.

A continuación colocó la roca en el cemento recién mezclado sobre lo que sería la tumba de aquella chica.

- Ya es hora de irnos...- sugirió la voz de su mujer, Sinuhe. Abrazando a su esposo de lado.

- Está bien...- susurro el hombre devastado.

Dinah Jane y Allyson se abrazaron. Sabiendo que esa sería la última vez que estarían ahí.
Un triste suspiro y una lágrima apenada calló del rostro de la primera mencionada. Aquella que había sido la mejor de sus amigas.

Todos comenzaron a caminar rumbo al auto de la famila, mientras yo ahogaba mi llanto observando la roca que había puesto Alejandro.

...Mi Ángel estaba ahí sepultado. Jamás volvería a verle.

Fue entonces donde leí lentamente con un nudo en mi garganta, la frase ahí escrita.

- En recuerdo de familiares y amigos...- suspiré amargamente. Incontables lágrimas salían de mí. - 03/03/1997 - 15/02/2015 -  Alejandro me llamaba desde el auto para que me apresurara. Ellos no querían sentir más dolor al estar ahí, en el recién entierro de su hija, lo que no sabían era que, el dolor y el vacío lo sentirían en todos lados...

Volví a coger aire y dije la frase que terminó por romperme absolutamente todo en mí.

-Que en paz descanses Camz...- suavemente pasé mis dedos en donde ya hacía escrito "Karla Camila Cabello Estrabao."

Lauren y Camila eran felices, podría decirse que muy pronto se formalizarían, ambas eran dos complementos perfectos, como una Luna y un Sol.

Todo iba bien hasta un día, en el que un desafortunado evento rompió en mil pedazos los planes de la desafortunada pareja.

Camila muere.

Lauren, hundida en desesperación y dolor, decide averiguar todos los detalles del caso, dándose cuenta que no fue un accidente, si no, un asesinato.