ECLIPSE: La Historia de un Amor Perdido [CAMREN]

CAMILA SUN.

19.

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Tengan sus pañuelos a mano, no digan que no se los advertí.

[Capítulo no apto para personas sensibles o de corazón roto]

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PUNTO DE VISTA DE NARRADOR.

La morena se quedó sentada en aquellas sillas del hospital en donde estaba internada su mejor amiga.

Incontrolables lágrimas y pensamientos aterradores pasaban por su mente en esos momentos; Normani estaba sufriendo a carne propia y lo peor de todo, es que se ahogaba pensado en que tenía la culpa del accidente de la joven latina.

Pero, ¿si tan sólo se había descuidado un segundo? ¿Quién pensaría que eso ocurriría? ¿Ella tenía la culpa? ¿Era una mala amiga?

Lloraba en silencio mientras trataba de meditar alguna oración para Camila, tal como le había enseñado Allyson.

Era agónico el sentimiento que inundaba a la joven. Sentía su corazón latir lenta y dolorosamente, acompañado de una presión en su pecho que hacía que dolorosos suspiros salieran de su boca de vez en cuando, su cuerpo estaba en un trance, no parecía estar cómoda, pero tampoco podía moverse, además que no quería, Camila podría despertar en cualquier momento, O así pensaba Normani, una de sus mejores amigas.

Ya hacía como unos quince minutos que había llamado a los padres de la chica; desde entonces su móvil estaba en su bolso sin ser usado.

Unos pasos apresurados hicieron que ella volviera a la realidad, levantó la vista y se encontró con Sinuhe Estrabao y Alejandro Cabello corriendo hacia ella.

Se levantó y atajó un abrazo de los padres de Camila.

Entonces Normani, quién había dejado de llorar, volvió a sollozar en los brazos de Sinuhe, quién la sostenía con seguridad en brazos.
Los sollozos de la morena no sabía cómo interpretarlos la madre, pues se temía que su hija estuviese grave, por lo cual se apartó dulcemente y le preguntó a Normani qué había pasado.

Mani notó el temor de una mala noticia en los ojos de Sinú, pero no pudo mentir esa vez, así que simplemente tomaron asiento y comenzó a relatar.

Al principio la pareja de esposos asentía con miedo, pero cuándo Normani contó como habían golpeado a la joven ninguno de los tres pudo oponerse a llorar con suaves susurros de dolor.

Alejandro, quién trató de mantenerse fuerte, llamó al doctor encargado de su hija, este le contó todas las lesiones que había sufrido la joven Karla Camila.

Ahora fué turno del padre de llorar.

Pero no fué realmente la historia conmovedora de Normani, ni tampoco los extraños términos que utilizaba el Doctor, fué sencillamente el hecho de que, su hija de dieciséis años, tenía tan sólo un diez por ciento de despertar, de vivir nuevamente.

Normani decidió dar la triste noticia al grupo de amigos, que sabía que estarían tanto en las buenas, como en las malas.

Llamó rápidamente a Dinah Jane, quién contestó con una alegre canción...

- "¡HEY, MANI! DJ Hansen estuvo toda la mañana esperando a la Camila y a tí, ¿Dónde os habéis metido?" - saludó risueña la Polinesia.

Normani ahogó un sollozo.
Dinah no lo escuchó.

- "Oye, ¿te han comido los ratones la lengua? Lauren está desesperada, tenía una sorpresa para Camila y Chancho no apareció" - rió sonoramente.