Un Amor Perdido.

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17.

Pasado.

Febrero, 14. 2015.

PUNTO DE VISTA DE NARRADOR.

Karla Camila Cabello había esperado ese día, por lo que parecían eternidades.

Así que, la noche anterior, se había asegurado poner su despertador treinta minutos antes, pues debía lucir perfecta, aquél día sería el mejor de su vida, ella estaba muy segura de eso.

Esa noche, se había asegurado de escribir una carta para Lauren, su amor, su futura pareja. Suspiró al pensar que serían pareja, tanto como siempre soñó.

La carta no era muy especial, sólo quería recalcar en ella algunas emociones, no es que le gustase expresarse mucho de esa manera, pues a veces se sentía avergonzada, pero realmente aquella ojiverde le hacía realizar cosas que nunca pensó que le gustasen.
Aquella ojiverde con aspecto gótico, con corazón de oro, sentimientos hermosos, miradas tiernas y sonrisas encantadoras, la hacía ser la mejor versión de sí misma.

...Querida Lolo,... - Camila comenzó a redactar en un papel blanco y con un lindo bolígrafo rosa, cuándo terminó de expresarse, la dobló por la mitad y la dejó en su escritorio.

Suspiró, pues estaba un poco cansada. Miró su reloj y saltó del susto ¡Como volaba el tiempo! Ya eran las once de la noche, ya tenía que dormir si es que quería mañana despertar temprano...

En su móvil habían unos cuantos mensaje de su confidente, Normani Kordei.

"Vamos Mila, tú puedes. JAJA"
"Suerte mañana en tu día;)"
"Recuerda los anillos tonta!!!"
"Descansa caMEEla, te quieroo!"

Leyó los mensajes y sonrió. Apagó el teléfono y se acostó en su cama. Recitó una pequeña oración y durmió plácidamente.

***

El despertador sonó puntual y se levantó de un brinco, había adrenalina en su pequeño cuerpo, sonrió, pues sabía la razón. Lauren.

Corrió a la ducha y abrió el agua más fría. Cantaba "falling in love" de Elvis Presley dulcemente.

- ¡Kaki que animada que estás! - gritó su madre riendo desde la cocina. Lo que hizo que Camila carcajeara.

Se vistió lo más linda que pudo, maquilló sutilmente su rostro. Se veía perfecta.

Su móvil repicó. Lo atendió y era Normani.

- ¡Mila, buenos días! - saludó feliz. - ¡Ya voy camino a tu casa, recuerda traer los anillos!

- ¡Los tengo preparados desde anoche Mani! - ambas carcajearon.

Normani cortó la llamada y Camila corrió a terminar de alistarse. Escuchó una muy conocida corneta del auto de Normani, tomó rápidamente su bolso, que especialmente había comprado para esa ocasión. Aplicó su perfume más embriagador y salió.

Una punzada invadió su mente cuando se acordó de la carta que estaba en su escritorio... Sonrió, corrió y la metió en el bolsillo de su blue jeans.

Bajó las escaleras corriendo, se despidió de su madre y salió de su casa. Abrazó a Normani, quién la halagó por lo hermosa que estaba y ambas se pusieron en marcha hacia el centro comercial.

Habían muchas personas en las vías, algunas con llamativos globos en forma de corazón, otros iban cabizbajos. Cosa que entristeció a Camila.

...Pues ella estaba conciente que habían personas menos afortunadas, que seguramente ese día no habían recibido un "buenos días". Quizás esa era la razón por la cuál Karla siempre era agradecida de la hermosa familia y amigos que le habían tocado en esa vida.

ECLIPSE: La Historia de un Amor Perdido [CAMREN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora