All I want is everything *COMPLETA*

Amor eterno

Y bueno, no tengo perdón al haber dejado pasar tanto tiempo antes de poder terminar este proyecto. Ya es casi un año desde que publiqué el penúltimo capítulo pero juro que pestañeo y ya pasaron tres meses... bueno, sin más, dejo el último capítulo

GRACIAS A TODOS POR SUS VOTOS Y SUS COMENTARIOS!!

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Podía ver las luces de los flashes sobre mí, escuchar los aplausos y sentir la adrenalina por todo mi cuerpo desde arriba del podio, yo sonreía mientras sostenía un ramo de rosas en mi mano izquierda y con la mano derecha saludaba al público. Había ganado por tercera vez el primer lugar en el Grand Prix y a pesar de eso me sentía emocionado como la primera vez, besé mi medalla de oro pata bajar del podio y acercarme a las gradas donde me esperaban Lilia y Yakov.

- Felicidades Vitya – me dijo Lilia mientras me abrazaba, Yakov palmeaba mi espalda.

- Felicidades, hijo- me dijo mi tío, yo le sonreí y lo envolví en un abrazo- Lo mereces después de tanto esfuerzo.

Varios de mis amigos se acercaron a mi para felicitarme, yo les sonreía y regresaba los abrazos, hasta que en un punto decidí que era hora de cambiarme. Caminé lentamente a los vestidores de Omegas mientras aún una sonrisa se colocaba en mis labios, al llegar dejé las flores en una banca y me miré en un espejo de cuerpo completo y solté un suspiro mientras mi sonrisa se desvanecía.

Mi reflejo mostraba a un Viktor más delgado, con ojeras y el cabello corto, las últimas temporadas habían sido complicadas, ser el mejor patinador del mundo exigían lo mejor de mi pero también debía admitir que siempre daba un poco más, si me pedían un 100% yo daba un 120% para llegar a mi meta, para lograr estar en la cima. No me quejaba, ya que el patinaje era mi vida, pero mi cuerpo no podía evitar resentir el cansancio, la adrenalina me abandonaba y mi cuerpo entero comenzaba a sentirse pesado, deje de luchar por sostenerme y me recargue en la pared que estaba a un lado de mí y caí al piso.

Sostuve la respiración por un momento, suspiré y llevé mis manos a la cadena que colgaba de mi cuello, donde estaban dos anillos.

-Gané otro Grand Prix por nosotros, Yuuri- dije en voz baja, comencé a sentirme nostálgico e inevitablemente surgieron recuerdos qué cambiaron mi vida.

Flashback

Después de enterarme que Yuuri recibiría la inyección letal sentí como si el piso desapareciera bajo de mí, sentí como si cayera a un abismo, pase toda esa noche y parte de la madrugada en la playa hasta que descubrí como dar órdenes a mis extremidades de nuevo y regresé a las aguas termales.

Durante los siguientes dos días no hablé con nadie, apenas comía y dormía pues mi cabeza se negaba a comprender lo que pasaba, era algo totalmente ilógico, un hombre joven, talentoso, el mejor patinador del mundo, una persona con un gran corazón dejaría de existir en seis meses... era tan poco tiempo ¿Por qué la vida era así? Que había hecho Yuuri para merecer tal cosa.

En el tercer día, me levanté, me bañé y salí a la calle sin decirle a nadie. No hablaba japonés, pero me las arreglaría con el inglés. Me dirigí al consultorio del doctor que llevaba el caso de Yuuri, sabía la dirección y el número ya que Pichit me había dado esa información en caso de emergencia.

Al llegar al consultorio esperé un par de minutos antes de pasar, para mi suerte el doctor hablaba perfectamente el inglés, me senté frente a su escritorio y no dije nada por un par de segundos.

- Tú eres quien estaba hace dos días con Yuuri – me dijo el doctor iniciando la conversación.

- Sí, así es, soy un amigo de Yuuri – le contesté removiéndome un poco incómodo en la silla- Disculpe por venir sin cita pero estoy preocupado por la condición de Yuuri, me gustaría saber más sobre su enfermedad y saber si hay un tratamiento para él.