De repente, escuchamos como las puertas del colegio se abrían, dejando a la vista al simple profesor de matemáticas quien se veía muy agitado.El profesor había salido del colegio corriendo. Sus ropas se encontraban de color rojo,al igual que toda su cara. Le faltaban partes de su cuello y brazo izquierdo, el cual ya no tenia mano. Esa imagen jamas podré sacármela de la cabeza.
Por suerte, Josephine era tan pequeña que no llegaba a ver la escena por arriba del paredón al contrario de Noah y yo, quiénes podíamos observar todo.
Apenas el profesor abrió las puertas, salio disparado hacia su auto. Pudo abrirlo (con una sola mano) pero no meterse, ya que al mismo tiempo, la directora infectada logro romper la puerta de salida de emergencias y consiguió lanzarse encima de el y arrastrarlo cerca de la escuela.
-Oh por dios- susurro Noah, impactado por la nueva situación agradable que habíamos tenido que presenciar.
- ¿Sabes manejar? - le dije sin quitar la vista del auto abierto del profesor. ¿Estaba traumada? Si. ¿Debíamos irnos lo antes posible? También.
Él solo me miro fijo, miró a Josephine de reojo y volvió hacia mi.
- ¿Y que haremos con ella? - me susurro tratando de que Josephine no escuchara.
La verdad que dejar sola a la niña para que se las arregle, era un poco malévolo. Pero también el mismo Thomas o Cindy, su otra hermana, la podrían estar buscando. Fue un debate que duro unos momento dentro de mi cabeza, hasta que por fin halle la solución.
- Josephine, ¿quieres venir con nosotros?- le pregunté a la niña, era lo mas lógico.- Una vez que estemos en lo de Noah, llamaremos a tus padres o a alguien para que pueda ir a buscarte.
Vi como se le iluminaban sus ojos color celeste mientras asentía con la cabeza. Definitivamente la niña había pasado por mucho, no iba a sobrevivir si la dejábamos sola. Era lo correcto.
Una vez que nos pusimos todos en posición, muy cuidadosamente y sin hacer ruido, pusimos los pies en puntas y nos movimos hacia el auto del profesor. Evitando la atención de la devoradora comiendo los restos del cadáver. Era una situación espantosa, que aseguro que nadie querrá vivir en su vida.
Íbamos bastante bien, por ahora la infectada seguía con su trabajo y nosotros parecíamos invisibles. Estábamos casi por llegar, cuando Noah pisoteó una maldita rama del suelo, provocando el crack mas resonante de toda la historia. Esto obvio, atrajo la atención de la devoradora.
Gracias a la adorable situación, no tuvimos mas remedio que correr lo que nos quedaba del camino hacia el vehículo. Rápidamente, Noah subió a la parte donde se encuentra el manubrio, yo a la del acompañante y Josephine atrás.
- ¡Arranca, arranca!- le grité a Noah, mientras veía por la ventanilla como se acercaba la directora. La puerta ya estaba cerrada, pero vi como estos se violentan y son capaces de romper de todo, lo vi antes.
Cuando arrancó el auto, inmediatamente nos fuimos para adelante acompañado por el apagón del vehículo, dejándonos ami y a Josephine furiosas y confundidas.
-Perdonen, estoy nervioso- contestó Noah disculpándose y prendiendo el auto una vez mas, consiguiendo dar marcha atrás para poder largarnos de ahí. Cosa que por suerte, pudimos hacer.
En el camino a la casa de Noah, vimos a todo nuestro pueblo completamente dado vuelta. Se hallaban cuerpos por todos lados, devoradores y cadáveres. Autos abandonados y chocados, nos dábamos cuenta que había gente que había dejado el auto abandonado y prendido por las puertas abiertas o incluso algún que otro cuerpo que se encontraba dentro del auto. Charcos de sangre en las veredas o varios graffitis hechos en paredones indicándoles a sus seres queridos en donde se encontraban o para donde se dirigían.
¿Como pudieron pasar tantas cosas de un día para el otro? A decir verdad, no fue tanto del día a la noche. Primero existían algunos casos de gente enferma que poseía el virus, como los padres de Britney (una amiga).
Al no encontrar la cura, la gente se seguía enfermando. Hasta hubieron algunas muertes en el pueblo. Pero el alcalde negaba todo y decía que ya íbamos a salir de esta, como siempre lo hacíamos.
- Llegamos - dijo Noah, frenando el auto y sacándome de todo pensamiento.
Frenamos literalmente en una mansión. Yo nunca antes había venido a lo de Noah, porque bueno, no somos tan amigos. Sí había escuchado grandes historias sobre su enorme jardín y las increíbles fiestas que daba en el. Pero yo, por más de ser invitada, nunca iba. Nunca me sentía cómoda atendiendo a alguna de esas fiestas.
-Me sorprende que hayamos llegado sanos y salvos - dije haciendo reír a Josephine tímidamente, provocando una mini sonrisa en mi y en Noah.
Este saco sus llaves y abrió el enorme portón, ingresando a la mansión Williams. Vi un bate de béisbol con su pelota en la entrada. Agarre el bate sin dudarlo y los seguí atrás.
Una vez que entramos, presenciamos algo que desalentó mucho al chico. Toda la cocina estaba dada vuelta, había comida tirada en el suelo, todos los cajones estaban abiertos y faltaban cosas. Parecían que los habían saqueado.
-¡Mamá! ¡Papá!- comenzó a gritar. Yo lo quería silenciar porque no sabíamos quien estaba en la casa.
-¡Caleb! ¡Francis!- continuó llamando a sus hermanos y ahí fue cuando mi paciencia colmo.
- ¡Shh! Cállate, ¿No ves que no sabemos quien puede llegar a estar aquí?-le dije muy agresivamente. Perdón, cuando me enojo suelo ser muy reactiva.
Él solo se callo de forma inmediata y revisó el living. No habían señales de vida en toda la parte de abajo. Solo se encontraba la cocina, lo demás se hallaba bastante bien.
La cocina daba a una puerta de esas que para abrirlas tienes que empujarla que comunicaba al living. En el cual había una television, que la prendimos pero ningún canal tenia señal. El comedor estaba en la misma enorme habitación que el living. Había una puerta cerrada, en donde se encontraba un pasillo.Ahí las escaleras estaban para obviamente ir arriba.
-Coman algo - Noah ofreció unos sándwiches (que se veían demasiado bien) al mismo tiempo que se dirigía a la puerta del pasillo.
-¿A dónde vas?- preguntó Josephine, luego de sentarse en la mesa del comedor.
Yo lo mire en busca de una respuesta mientras comía mi sándwich de jamón y queso, el cual estaba jodidamente bueno.
-Tengo que asegurarme que estén arriba, vivos.
En este punto deje de comer mi muy delicioso sándwich para hablarle al estúpido suicida de Noah quien no tenia peores planes que este.
-¿Y entonces iras desarmado? ¿Acaso sabes quien puede llegar a estar? Pueden haber devoradores o ladrones.
Noah me miro de reojo y se sentó a comer su sándwich, obedeciéndome por segunda vez.
-Luego de comer, iré- me dijo con un tono serio.
- Con un cuchillo o algo - le conteste a medida que comía.
Todos seguimos comiendo nuestros sándwiches y fue la primera vez que me sentí bien, a salvo. En toda esta mierda, Nunca tuve tiempo de frenar y ahora solo estaba contenta disfrutando de mi delicioso emparedado.
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¿Y ahora qué?
Science Fiction¿Como te sentirias si todo el mundo se fuese a la mierda y tu única forma de sobrevivir es estando acompañada de un estupido? Te explicare. Mi nombre es Emily Monroe , tengo 16 años y estaba en la escuela cuando el mundo se terminó de ir a la mierda...