Punto Y Coma [giyuutan] «KnY»

III

Te diré al oído
"Gracias por llegar,
quédate miles de
vidas a mi lado".

-Danns Vega

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Despertó sudando, había tenido aquella pesadilla desde hace ya varios meses, no explicaba el por qué de aquel sueño, además de no recordar casi nada de este, pero cada vez que se presentaba, despertaba con los ojos aguados.

Lo único y más destacable que recordaba de este sueño era que un chico frente a él, a quien llamaba sin parar, pero por mas que lo intentaba siempre terminaba de la misma manera, aquel chico sonriendo como si nada mientras su cuerpo caía inerte enfrente del peli negro.

pero a pesar de esto y aquello, siempre al despertar de aquel sueño se olvidaba completamente del rostro y del nombre de aquel chico a quien llamaba con tanto desespero. se borra de su mente.

tras salir de sus pensamientos y contemplar el reloj que yacía en la pequeña mesa de noche al lado de su cama, se dio cuenta de que llegaría tarde, maldijo aquel sueño y se preparo para ir al trabajo.

Al salir con tostada en mano, se subió a su motocicleta, poniéndose el casco y haciendo contacto con las llaves, se había comprado esta motocicleta ya que no ocupaba tanto espacio y era más eficiente que un vehículo de cuatro ruedas.

llego a la escuela, se dirigió a la sala de profesores, donde se encontraban el profesor de historia y artes.

—hola Giyuu-san— saludo un peli rubio con mechas rojas, un muy raro color de pelo— te quedaste dormido de nuevo, al parecer.

—solo tuve una mal sueño, eso es todo— respondió sin mas para luego buscar el libro de clases y dirigirse a la entrada del aula.

—por cierto, Tomioka— el nombrado, quien estaba a punto de salir, dirigió su mirada a quien lo llamo—supe que llegara un nuevo alumno a tu clase— el peli blanco, quien le había hecho acordar de ese detalle, comenzó a hablar con el profesor de historia.

el peli negro se dirigió a su respectiva clase, con la que ya tenía varios conflictos por dos alumnos en común que según los otros maestros eran muy "animados".

al llegar frente al aula solo escucho mucho bullicio y sillas moviéndose luego de esto solo hubo silencio, cuando abrió la puerta, todos estaban sentados.

—atención— todos los alumnos se pararon al escuchar eso provenir de uno de sus compañeros —saluden— todos hicieron una reverencia y se sentaron.