Punto Y Coma [giyuutan] «KnY»

IV

"Hay belleza en las cenizas
de un corazón que ardió
por lo que amaba"

—Ron Israel

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Las clases habían terminado muy pronto, el día había sido muy cortó, según su opinión, hubiera querido estar un poco más para conocer a muchas más personas, al igual que el edificio escolar.

Suspiro, a pesar de ser buen dia, las clases eran agobiantes. —onii-san— se giro al escuchar la voz de su hermana, venia corriendo hacia donde él se encontraba.

—¿nos vamos? – preguntó está con su mochila en las manos.

—ujum— asintió esté, se encaminaron por las calles para así llegar a su hogar.

Hubo silencio la mitad del camino, pero no era incómodo, mas bien era agradable, donde el cual la peli negra tarareaba una pegajosa canción, hasta que se decidió hablar.

—así que, ¿como estuvo tu primer dia?— se atrevió a preguntar, pues conocía muy bien a su hermano, era bastante sociable, así que debió no estar tan mal.

—bien— respondió este con una sonrisa —de hecho, hoy hice nuevos amigos.

—¿hablas de los chicos del almuerzo?— pregunto haciendo memoria de a quien podría referirse.

—si, son muy animados y divertidos— dio una leve sonrisa recordando una graciosa escena que aquellos dos chicos hicieron.

—me alegro— la chica sintió un alivio por eso, hubiera sido malo si pasara lo contrario —¿y...?

El chico miro a su hermana, la cual tenía una cara de picardía —¿"y" qué?— estaba confundido.

—¿encontraste a alguien que te gustara?— dio una leve carcajada, pues la cara de su hermano se puso tan roja como un tomate, además de ponerse nervioso.

—¡¿d-de que hablas?!— su hermana podia ser muy atrevida, pero inocente a la vez, sobre todo si es sobre su hermano y sus gustos.

—jajaja... Ya veo que no— se seco una lágrima, le encantaba ver a su hermano con esas reacciones, le hacia mucha gracia.

—aunque...— mientras caminaba miró al cielo, su hermana lo miro esperando a que terminara de hablar, volvió su mirada a Nezuko y sonrió —no es nada, olvídalo.

Sus ojos mostraban calides y remordimiento, era raro verlo asi, su hermana estaba mas que feliz por él.

Llegaron a su hogar, la cual era una panadería muy llamativa, no por costosos adornos ni nada parecido, si no por que emanaba una gran aura amable, mas bien, era la familia que vivía ahí la que tenía esa aura tan cálida.