Punto Y Coma [giyuutan] «KnY»

VI

"Por favor, Dios, que cuando
vuelva a nacer...
No se convierta en un demonio"

—Tanjiro Kamado

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Las pesadillas se volvían mas frecuentes y mas vívidas a medida de que el tiempo pasaba.

Pero esta vez era diferente, una tumba aparecería en estos extraños sueños, la lapida mostraba su nombre escrito. Su vista viajaba por el sector en el que se encontraba, notando un espeso bosque detras de aquel montículo de tierra, caminaba en direccion a este, pero mientras mas se adentraba, mas oscuro se volvia, parecía dar vueltas, ya que, siempre volvia a la tumba.

Muy confuso por el fenome se sentó en el suelo meditando lo que sucedia.

—Giyuu-san...— sumido en sus pensamientos no notó a la persona que ahora le llamaba, se giró aun en el suelo viendo de quien se trataba —...hace mucho que no lo venia a ver.

Una chica de largos cabellos azabaches se hacerco a la tumba, ignorando su presencia y pasando de este.

Tal vez no lo ignoraba, tal vez...

No lo veía.

Se levanto y dio unos pasos a la chica, podía ser unos años mayor que el, pero ella parecia muy joven.

Su cabello era atado en una cinta rosa en su frente para que esta no obstruyera su vista, posiblemente. Su rostro era de rasgos muy finos, de tes blanca y ojos de tonalidad rosa pálido, en los cuales se ponen mas claros al borde de sus iris.

Era una chica muy bonita.

—ojala te hallas encontrado con ＋λNj¡Яō— el nombre de aquella persona resonó como interferencia, apenas y escucho una parte de este, pero no estaba seguro del todo.

La chica junto sus manos, agacho un poco la cabeza y cerro los ojos, resando. Luego de unos minutos se puso de pie e hizo una reverencia de respeto y se marcho del lugar.

Es raro ver tu propia tumba en frente de tus ojos, ¿no?. De pronto aquel lugar fue desapareciendo a su alrededor, hasta llegar donde él.

•~●~•

Se desperto de golpe con un sudor frio recorriendolo, hasta ahora era un sueño bastante peculiar y extraño, ademas de recordar todo a la perfeccion, la chica, su tumba, todo. Aquel nombre que dijo la chica aun era confuso, rondaba su mente como un río en una montaña, intentaba encajar todas las piezas pero era casi imposible.

Miro a su derecha donde yacía su reloj, sabado 16 de mayo 11:11, era fin de semana, tendria un descanso de su trabajo.

Se levanto y fue al baño, se duchó y se lavó los dientes, bajó a prepararse su desayuno mientras veía las noticias.