T R E S

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El día pasó rápidamente, el sol ya estaba ocultándose, tiñendo el oeste de un anaranjado que sobresalía en el resto del cielo ya oscurecido. Laia había conocido a muchas personas, y la mayoría le habían resultado agradables.

-Laia, él es Ukyo. Antes trabajaba en un submarino, así que tiene un oído espectacular.-dijo Gen.-Y ya se hace de noche, así que será el último al que veremos.

Ukyo era un chico delgado y apuesto. Su cabello era rubio y sus ojos eran de un precioso color verde. Su vestimenta no era diferente a la de los otros, pero llevaba puesta una gorra. Estaba sentado frente a una pequeña fogata, al parecer estaba cocinando algo.

-¿Laia? Es un placer conocerte.- dijo mientras estrechaba la mano de la chica.- He ido a pescar y tuve bastante suerte. Quizás quieran quedarse a comer algo.

-Por mí está bien, ¿tú qué opinas?-Gen se sentó alrededor del fuego, esperando la respuesta de Laia.- O si quieres, puedes ir a comer con tu novio Tsukasa.

-Oh, don comedia mató a alguien de la risa.-la chica suspiró luego de su sarcástico comentario.-En fin, me quedaré con ustedes.

-Gen, ¿es la novia de Tsukasa o algo por el estilo?-preguntó Ukyo mientras asaba los pescados.

-Oh, no lo sabías.-el mentalista sonreía maliciosamente.-Ellos eran pareja.

-Oye, Gen. Hace más de 3.700 años que no entreno, mi cuerpo necesita volver a practicar algo de boxeo, ¿no te gustaría ayudarme?-exclamó Laia mientras le mostraba el puño al chico.

-No gracias, estoy bien así.

-Gen, ¿te vas mañana? ¿Solo?-los interrumpió Ukyo.

-¿Eh? Ah, sí. Mañana por la mañana.-respondió.

-¿Te vas? ¿A dónde?-preguntó Laia. Estaba sorprendida de que alguien como Gen saliera de esa pequeña civilización, sin compañía. No parecía el tipo de persona que sobreviviría en un ambiente así.

-Investigaré una pequeña aldea de gente primitiva.-dijo Gen.

Laia se preguntaba si había escuchado bien, o si sus oídos le estaban jugando una broma pesada. ¿Una aldea? ¿Habían más personas aparte de ellos?

-Cierto, tienes que ir a ver si ese chico está ahí. Cielos, aunque Tsukasa ne lo dijo, no puedo recordar su nombre.-Ukyo sacó los pescados del fuego.-Tomen, Laia, Gen.-añadió mientras les extendía unos pares, clavados en un palito a cada uno.

-Gracias Ukyo.-respondió Laia mientras lo tomaba. El olor del pescado no era muy agradable, pero al final de cuentas era comida. Y ella llevaba mucho tiempo sin probar bocado alguno.-¿Por qué persiguen a ese chico?

-He escuchado que estaba en contra de los planes de Tsukasa, y quería detenerlo o algo así. Pero no sé más, lo siento.-dijo Ukyo mientras se llevaba la carne a la boca.

-Ya veo. No lo culpo, el mundo que sueña Tsukasa es imposible de lograr, incluso se lo he dicho. Además, si realmente quisiera conseguirlo, no debería haber despertado a este chico.-Laia estaba señalando a Gen, quien levantó el dedo del medio para ella, mientras masticaba su comida.

Ukyo la miraba con curiosidad. Era un chica interesante. No cualquiera se pararía frente a Tsukasa para decirle que lo que él pensaba estaba mal.

-Creo que Gen no debería ir solo. Podría ser peligroso.-exclamó Laia, sacando a Ukyo de sus pensamientos.-¡Yo podría ir con él!- añadió con brillo en sus ojos. Estaba ansiosa por conocer aquel extraño mundo. También quería ver al chico que se oponía a Tsukasa, podría tener algo interesante para ofrecer.

Mundo de Piedra - Dr StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora