Una serie de determinadas reacciones eróticas junto a Jeon Jungkook.
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Prisoner
-Vamos, YoungMi, tómame.- El chico no paraba de suplicar, cegado por la calentura que envolvía todo su ser.- ¿No ves cómo estoy por ti, joder?
Sonreíste y pasaste tus brazos por sus hombros, tocando indecorosamente sus abdominales.
Echó su cabeza hacia atrás, contra el respaldar de la silla, y se encontró con tu mirada puesta en él. Bajaste unos centímetros más tu rostro para besarlo profundamente.
Coló su lengua dentro de tu cabidad bucal, mientras mordía y succionaba tus labios. Te separaste dejando un hilo de saliva entre sus rostros, que lo dejó deseando por más.
Te colocaste al frente de él y lo observaste unos segundos; cuerpo sudoroso, respiración agitada y con una dura erección chocando contra su abdomen.
-Vamos, YoungMi... Quiero sentir tú cálida boca rodear mi polla y masturbarla hasta que te atragantes.- Gruñó, mientras sólo conseguía expulsar más líquido pre-seminal y que este chorreara por su tronco.
Pasaste saliva por tus labios, imaginando el dulce sabor salado y agrio que tendrían sus flujos.
-Ven aquí y pruébame, cariño.- Su voz áspera salió a flote, siendo el producto de la excitante situación en la que se encontraban.
Diste pasos lentos hasta llegar a él y levantar su mentón colocando la yema de tus dedos debajo de este, para acercarte a su oído.
-Dilo, Jungkookie. Dí cuánto disfrutas ser mi prisionero.- Mordiste levemente el lóbulo de su oreja.
Sus facciones se tensaron y frunció las cejas, jadeando por obtener la atención que deseaba.
-Mhm... Si, joder. ¡Me encanta!
De sólo pensar en todas esas veces que fue atado y complacido por ti, cómo ahora, el azabache sentía que podría tener un orgasmo allí mismo.
Colocaste la mano en el tronco de su pene, empezando a subir y bajar rápidamente los movimientos, tomándolo desprevenido.
-¿Te gusta esto? ¿Lo disfrutas, Kookie?- Expulsa varios gemidos agudos, y ríes ante esa acción.- Te encanta.
Flexionas tus rodillas y estas hacen contacto con las blanquecinas baldosas del suelo. Inclinas tu cabeza y le das varias lamidas a su erección, quitando tu mano y dejándole el trabajo a tu miembro bucal.
-Mmm... ¡Ah! Eso es... fóllame con tu boca.
El aliento le comenzó a faltar y por sus mechas azules caían gotas de sudor, que hacían un trayecto desde el costado de sus mejillas hasta cuello, y algunas, parte de su pecho agitado.
Introduciste toda su polla en tu boca, mientras rodeabas con la lengua su tronco, y luego succionabas la saliva mezclada con sus flujos, para comenzar a subir y bajar, volviendo a repetir todos estos movimientos.
Él se amoldaba a tus movimientos toscos para movilizar sus caderas e ir al compás de estos.
-¡Agh! M-más rápido.- Su pene comenzó a palpitar e hincharse cada vez más dentro de tu boca.
Tus dedos se encontraban en tu entrada, acoplándose a las paredes de tu interior, tan profundo hasta llegar a tocar tu punto G desgarradoramente.
Soltaste un chillido, que fue un vibrido para el miembro de Jungkook y el movimiento perfecto para que terminase por correrse.
Tus ojos se aguaron levemente cuando aquel espeso blanquecino líquido pasó por tu garganta como si quemara.
-Mierda...- Parte de tus flujos marcharon el piso, cuando lograste llegar al clímax, y otra parte incertaste en la boca del azabache por medio de tus dedos, para que chupara, y así hizo.
