La noche transcurría con calma, Beckett ansioso por el entrenamiento no dejaba de pensar en lo difícil que sería. Eso lo emocionaba, ya que lo deseaba con mucho entusiasmo, solo esperaba que amaneciera para ponerse en marcha lo más pronto posible.
—Ya es la hora, tengo que darme prisa. El viejo Otaka ya debe estar en el templo, no lo hare esperar— el joven ninja se puso de pie y rápidamente se vistió. —Tengo que comer algo antes de irme, diablos, pero olvide por completo comprar para el desayuno. Bueno no importa compraré algo por el camino, ahora debo darme
prisa, estoy muy emocionado
por mi entrenamiento—, el joven ninja cerró la puerta de la cabaña su nuevo hogar.La cabaña no era muy grande, ya que solo contaba con un pequeño dormitorio, un baño, una cocina y una pequeña sala. Para el joven ninja era más que suficiente, tras cerrar la puerta de su hogar se dispuso a correr lo más rápido que podía para llegar al templo.
—Tengo que ser el primero en llegar, a si el viejo notará que en verdad quiero tomar sus enseñanzas—, se decía el joven ninja mientras se paro a un costado de un pequeño puesto donde vendían bolitas de arroz.
—Disculpe señora ¿me podría vender algunas bolitas de arroz por favor? Ahora que la veo bien, ¿usted no es la abuela de kagura?—. Pregunto Beckett.
—Claro que sí jovencito ¿cuántas bolitas de arroz quieres?—, deslizó la abuela. —Entonces tú eres el joven que acompañaba a mi nieta kagura
el día que partió del
pueblo ¿no es a sí?—.—Si señora, si fui yo... la conocí poco antes de que se fuera, se convirtió en una muy buena amiga para mí. Y con respecto a las bolitas de arroz que sean cinco por favor—, pidió con pena en sus palabras el joven Beckett.
—Me alegro de que mi nieta tenga buenas amistades en este pueblo, ya que en verdad es muy peligroso,
a decir verdad
últimamente está muy tranquilo. Además por eso está vez la abuela Kira invita el desayuno—. Sonreía la abuela mientras empaquetaba las bolas de arroz.—Muchas gracias abuela Kira, cuando le escriba a Kagura le manda saludos de mi parte, si me disculpa debo correr por qué mis clases bushido inician pronto—, el joven ninja sujeto la bolsa para luego hacer una reverencia a la abuela en señal de gracias.
—Adiós hijo y entrena mucho, para que seas un hombre honorable cuando crezcas — deslizó la abuela Kira.
—Claro abuela daré lo mejor de mí en cada práctica... bien, ahora debo darme prisa para llegar a tiempo, lo bueno de todo es que el templo ya no está muy lejos, y por lo que veo el viejo me está esperandoen la entrada bueno debo darme prisa—. Tiempo después tras haber llegado a la puerta del templo Beckett reverenció a su maestro.
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the ninja of the bloody moon
RandomCorría el año de 1980 en un pequeño pueblo de Japón, de esos que parecen casi olvidados por el tiempo, los últimos 3 clanes ninja que quedaban en pie luchaban entre sí por el poder del territorio, un brutal atentado contra el clan ninja más prometed...