∥এ Sólo toma mi mano [Emiliaco]

V e n t i s e t t e; prossimo

Joaquín
Viernes por la noche.

— Joaquín...

— ¿Por qué mierda no puedo decir que estoy enamorado de ti?

Emilio se quedó callado, intentando asimilar lo que dije.

— No, es decir, no, ¡mierda la cagué! — traté de abrir la puerta pero Emilio me tomó suavemente de la mano.

— Joaquín, no te vayas, está bien, quédate conmigo, por favor — dijo casi en un susurro.

Lentamente me alejé de la puerta y me acerqué a él.

— Dímelo Emilio, dime que tú también sientes esto, dime aunque sea que tú también sientes la tensión, dime que también te dan ganas de besarme pero no lo haces por miedo, por favor, abrázame esta noche — no pude hacer nada más, ambos nos dirigimos a la cama, con cuidado nos quitamos los zapatos y nos acostados uno frente al otro.

— Nunca encendimos la luz — reí y me quedé viendo fijamente su rostro.

— No necesito luz para ver lo lindo que eres Joaco — sentí que mi corazón latió un poco más rapido.

— Emilio, si dices ese tipo de cosas yo voy a creer que...

— Joaquín, por favor, esto me cuesta, deja que esta noche te diga todo lo que se me viene a la mente, todo lo que siento — acarició mi mejilla muy suavemente.

— Mañana lo habrás olvidado — dije en un susurro, que de no ser porque estuviéramos tan cerca no lo habría escuchado.

— No lo haré, no quiero hacerlo, no quiero que lo hagamos.

Y así, él y yo nos quedamos dormidos, juntos, mientras yo le decía cosas lindas al oído y el me hacía ligeras cosquillas, todo se sentía tan lindo, tanto, que podría ser un sueño.

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— Sheila, Guerra acaba de llamar, dice que Joaquín y Emilio han estado más cerca, que fácil en unos meses más podemos iniciar con algo.

— Bueno amor, creo que sería una buena idea entrar a su escuela en el siguiente semestre, y creo que podríamos hacer aún más daño, ya que será el último.

— ¿Crees que nos acepten en el último semestre? Pff, sigue soñando.

— Mi papá puede mover algunas cosas, así que no se discute más, en unos meses tú y yo seremos compañeros de esos bastardos.

「 4 meses después 」

Emilio.

Durante estos meses la nostalgia ha pegado más, ya que estamos a punto de iniciar nuestro último semestre en preparatoria, todos tenemos miedo de lo que viene y miedo de separarnos, pero a la vez estamos emocionados.

Seguro una de las cosas más importantes ha sido mi relación con Joaquín, desde ese día todo ha mejorado y puedo decir libremente que estoy enamorado de él. Él y yo hemos estado "saliendo", nada oficial aún por ciertas razones, pero en fin, tiempo es lo que nos sobra, ¿no?

Hoy quedamos de ir a la feria todo el grupo, menos Renata, porque el doctor le recomendó no salir mucho, hace poco descubrimos que padece de hipotension arterial y lo que tomaba eran vitaminas, esa era la razón por la que siempre estaba en el doctor.

— Emilio — escuché que mi madre tocaba la puerta.

— Adelante.

— Tu padre, me llamó y dice que quiere hablar contigo — si hace 7 meses me hubiera dicho esto, no habría contestado nada.

— Ahora voy — dije seguro.

— ¿De verdad Emilio? Mi amor, sabes que ese hombre no se merece...

— Sí mamá, no pasa nada, anda vamos que si no, no dejará de joder nunca.

Bajamos las escaleras y mi mamá tomó de nuevo el teléfono fijo, vaya que hombre más simple, ¿quién llama a telefóno fijo en estos años?
Mi madre habló con él cosas que no entendí y después me pasó ek teléfono a mi.

— ¿Bueno?

— Emilio, vaya, ¿cómo estás? — su tono era muy calmado a pesar de los gritos y reclamos de mi mamá, vaya.

— Pues bien, la verdad, me extraña que ahora te interese — sí, lo dije tranquilo, pero tirando la indirecta muy fuerte.

— Claro que me interesa, Emilio, eres mi hijo, además, quiero verte.

— En casi tres años no te ha importado, pero bueno, ¿para qué me quieres ver? — la expresión de mi madre, quien estaba escuchando todo, se volvió de enojo, queriéndome arrebatar el teléfono, pero la detuve.

— Verás Emilio, no te he visto en mucho tiempo, y he estado hablando con otros amigos gerentes de otras áreas y me han dicho que sus hijos que son así como... Como tú, ya sabes... Así, fueron a unas pláticas y se curaron, pensé que podríamos ir y quizá...

— Ay, viejo, viejo, estás tan equivocado, créeme, eso no se quita, ni se cura, ni nada, si vas a seguir así, no llames por favor y entiende, no te quiero ver si no es para escuchar una disculpa de tu boca, así que, hasta pronto señor Osorio — colgué sin dejarlo responder, sólo suspiré y dejé el teléfono en su lugar.

— Bueno mamá, creo que le dejé las cosas claras a ese hombre, si me disculpas iré a arreglarme porque iré con mis amigos a la feria — subí los primeros escalones cuando escuché que mi madre me habló.

— ¿Con permiso de quién señorito?

— Joaquín irá y prometió pasar por mi...

— De acuerdo, ya entendí que te aprovecharás de lo mucho que quiero a ese niño para salir.
Cuando acabe mi cita paso por ti.

— Gracias ma, y suerte con tu galán eh.

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Buenooo, estoy de vuelta!!

Sólo tengo que decir, que los siguientes capítulos se vienen buenos, sobre todo el siguiente.

Los amo mucho!!

- isaeri 🍂