❛ Accident ❜ )) The Legend of Zelda [ AU ]

(( C · 10 ))

Ninguno de los dos tenía intención de gritarle y preguntar quién era, principalmente porque lo más seguro es que Sekai siguiera rondando por ahí y no querían llamar su atención, obviamente.

Pero al parecer, el otro ya les había visto, pues había dado un par de pasos hacia su dirección. Majora levantó el arma, apretando el mango con fuerza para tratar de demostrar resistencia.

La pequeña silueta se detuvo. No solamente traía unas ropas parecidas a las suyas, sino que también iba armado y no únicamente con escudo y espada.

El de delante le dio un leve codazo a Ocarina al retoceder, pues eso hizo que el tercero se acercase más, aunque aparentaba no tener intención de utilizar ninguna de sus armas.

En el momento en el salió de entre las sombras, su rostro pudo claramente ser visible. Pero no le conocían de nada... solo podían especular.

— ¿Crees que será otro héroe? —susurró Ocarina, quien se encontraba pegado a Majora para que solamente este le lograse escuchar.

Se encogió de hombros como respuesta, se iba a lo fácil.

— ¿No os han enseñado que cuchichear delante de otra persona es de mala educación? —su voz no era grave, como se habían imaginado— ¡bajad el arma ahora mismo! —aunque, su apariencia daba la obviedad de que era un crío.

Majora siguió agarrando el mango de la espada con una mano, pero con desgana. Arqueó una ceja y le dirigió una mirada de aburrimiento a Ocarina. De todo lo que se podían encontrar en aquel lugar, ¿un niño?

Y encima, su apariencia les hacía sospechar de que otra de las miles de reencarnaciones del héroe.

Majora guardó el arma de manera definitiva y se acercó a él. Ocarina fue detrás, pero debido a que el otro tenía el brazo derecho levantado para que no le adelantase, tuvo que quedarse pegado a su lado.

— ¿Te has perdido o algo? —se burló el de las máscaras— ¿acaso tienes la edad suficiente para merodear por este lugar?

El recién llegado frunció el ceño, eso había sido un comentario de mal gusto para él.

— Para tu información, a la edad de doce años se viste a los chicos de esta manera en honor al legendario héroe, no voy así porque yo quiera.

Majora parpadeó varias veces al ver que el chico que le llegaba por las rodillas era mayor que él y Ocarina. No se rió, más bien, se sintió algo incómodo.

— ¿Entonces eres otro Link? —se metió Ocarina, sacando la extraña pregunta así como si nada.

Pero el más pequeño asintió. ¿Acaso ya sabía sobre todo el desastre que se había formado? ¿Y cómo?

— Vuestrás túnicas están llenas de tierra, tiene pinta de que habéis estado en un lugar lleno de polvo —se cruzó de brazos, suspirando— probablemente conozcáis a una tal "Sekai", ella me habló de toda esta movida, de por qué estaba aquí y sobre dos chavales que se encontraban encerrados en este lugar.

En cuanto escuchó ese apodo, o ya casi nombre, Majora volvió a agarrar el mango de la espada, siendo detenido por Ocarina de empuñarla del todo.

El más bajo demostró que aquello le había asustado, pero no se alejó en ningún momento.

— No he terminado de hablar, impaciente —gruñó— esa chica me mandó ir a buscaros, porque pensaba que estaba bajo su control como... cierta persona, pero no, tenía intención de mandaros lejos de aquí, no de entregaros a ella.

— ¿Quién es esa cierta persona?

Majora había dejado de escuchar en cuanto eras dos palabras sonaron. ¿Y si se refería a Iraito o a Zeit? A fin de cuentas, ellas habían hablado de Sekai y viendo cómo era, tenía claro que no habían estado hablando con ellos de la forma en la que querrían haberlo hecho.