•capitulo• 2

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Carol

Me sacan a la fuerza de la sala de parto, y me dejan en medio del pasillo sin darme una respuesta.

— ¡Mierda! — grito a la nada, unas pocas personas me miran pero vuelven a lo que estaban haciendo, me apoyo en la pared y me deslizo hasta quedar sentada. Suelto unos llantos tomo mis piernas y rezo, no sé si hay algo allá arriba pero lo hago como nunca antes lo había echo.

No sé cuánto tiempo paso así rezando, pero me tocan el hombro levanto mi cabeza y veo al médico, me paro enseguida.

— ¿Cómo se encuentran? — pregunto desesperada, siento mi cara muy hinchada.

— Ambos se encuentran bien — suelto el aire que estaba reteniendo —. Anna tuvo un paro y una pequeña hemorragia que pudimos parar y el bebé está en perfectas condiciones, ¿Quieres que te acompañe a la sala maternal? Porque a Anna no la podes ver en este momento — me dice con una sonrisa.

— Esta bien vamos — le sonrió un poco, pasamos unas cuantas de habitaciones y llegamos, me paro en la ventana queda a dónde están todos los bebés durmiendo.

— Mira ahí está — señala la cuarta fila y miró ahí está durmiendo con una manito en la cara, rápidamente una sonrisa se me forma en la cara.

— Es hermoso — el me sonríe cunado está por decir algo, suena una voz diciendo que lo solicitan en otra sala sin decir nada se va, me quedo mirando a Thian y saco mi telego le marco a Matías al amigo de Bruno, por suerte este si me atiende.

— ¿Hola? — dice con voz ronca «seguro estaba durmiendo».

— Hola, no sé si te acordás de mi soy Carol la amiga de Anna, por casualidad sabes dónde está metido Bruno?.

— Mmm castaña no muy alta pero con un buen cuerpo, Sisi ya me acuerdo de ti Carol — escucho como suelta una pequeña risa.

— Bueno, si el estúpido de Bruno está con vos le podes comunicar que Anna dio a luz — suelto un suspiro y corto sin espera una repuesta de su parte.

Bruno

Me despierto de un salto al sentir un líquido helado en mi espalda.

— ¿¡Pero que mierda!? — escucho la risa de Matías.

— ¡Tenias que ver tu cara! — dice entre risas, siento que el otro lado de la cama se mueve.

— Que maduros chicos — dice una morocha vistiendose, la verdad no me acordaba de ella.

— Veo que no la pasaste mal anoche — me dice Matías, me siento en la cama cuando la chica termina de vestirse se acerca a mi y me da un beso en la mejilla.

— Nos vemos luego — sale de la habitación, Matías suelta un silbido cuando sale.

— ¿Se puede saber que mierda quieres? — suelto casi gritando.

— Oficilamente tú eres padre — me dice con una sonrisa.

— Mierda, Anna me va a matar — me tiró de espaldas a la cama soltando un suspiro.

— Yo si fuera vos, me doy una ducha y me voy a ver a mi hijo y a mi novia — sale de la habitación, tomo su consejo.

***

Después de una hora ya estamos en la puerta de la sala donde esta Anna con una rosa en la mano. Me siento patético.

— ¿No piensas entrar? — dice Matías, no le contesto y entro en la habitación.

Veo a Anna dormida en una camilla y a Carol en una silla a su lado al verme cambia su cara de tranquilidad a una muy enojada.

— Al fin, ¿Dónde mierda estabas? no sabes por lo que tuvo que pasar ella sola, ella casi... — no puede terminar porque unas lágrimas caen por sus ojos.

— ¿Que fue lo que pasó? — pregunto pero cuando esta por respondes la puerta se abre, entra el médico que estuvo atendiendo a Anna durante todo el embarazo.

— Hola Bruno, Mejor tarde que nunca ¿Verdad? — cuando le estoy por responder se adelanta y habla el —. Y la respuesta a tu pregunta es, Anna sufrió una pequeña hemorragia y un paro, pero todo ya está bien y no tardaría en despertar — se acerca a Anna, revisa unos aparatos y nos papeles.

— ¿Todo está bien? — le pregunta Carol.

— Si, cuando despierte me lo informas — sale de la habitación.

— ¿Dónde está mi hijo? — pregunto mirando a Carol

— Ahora es tu hijo, ¿Dónde estabas cunado Anna te estaba llamado?¿Cuando más necesitaba? !¿Cuando casi muere?¡ !Y tú no estabas a su lado¡.

Anna

— Mmm — me muevo y siento el cuerpo muy cansado.

— Anna, ¿Necesitas algo? — escucho la voz de Carol y abro los ojos.

— ¿Dónde está Thian? — dijo alterada.

— Tranqulia voy a llamar al médico — se para de una silla y veo como sale de la habitación, ahí noto que Bruno está parado al final de la camilla con Matías a un lado.

— Matias acompaña a Carol — dice Bruno con voz fuerte, este no se opone y sale. La sala queda en silencio, aparto mi mirada de la suya, miró a cualquier lado menos a el.

— Anna, mírame — me exige pero no lo hago, siento como pone su mano en unos de mis pies y lo apreta —. Que me mires — sus ojos que normalmente son claros, ahora están oscuros, tiene ojeras y su rostro está un tanto cansado.

— Anoche saliste — no cambia su cara, se que no va a responder nada —. Siempre vas al mismo lugar y haces lo mismo que todas las noches que vas, ¿Con quién te fuiste a la cama? — una pequeña lágrima cae por mi mejilla.

— Te traje esto — camina para quedar a un lado de la camilla y me extiende una rosa.

Miró a la rosa y después a el mantengo mi mirada en la suya ambos nos miramos pero nadie dice nada, la puerta de la habitación se abre y aparto mi mirada y veo a Carol entrar con el médico y una enfermera con un cunero.

— Hola Anna, me alegra que hayas despertado ¿Cómo te sientes? — el médico es el primero que habla.

— Bien — le digo con una sonrisa.

— Mira a quien te traje — la enfermera se acerca al cunero y saca a Thian y me lo pone en los brazos —. Ya es hora de que coma — algo nerviosa saco mi pecho izquierdo y rápidamente Thian empieza a succionar, me lo quedo mirando con una sonrisa —. Lo estás haciendo bien Anna — la enfermera sale y el médico después de ver algunas cosas también sale.

— Es tan tierno — dice Carol con una sonrisa tocando su cachete —. ¿Viste de que color es su pelo? — dice soltando una carcajada.

— ¿Que tiene su cabello? — le saco con cuidado el gorro y miró su cabello, es colorado, Matías suelta una gran carcajada todos lo miramos.

— Se parece a tu mamá — dice entre risas, Bruno lo mira molesto.

— Yo diría más a tu hermano — hago un gesto con los hombros sacándole importancia —. Para mí  es perfecto — vuelvo a poner su gorro en su lugar.







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