¡Sube al maldito auto! –Grita Leandro bajándose de este.- ¡Sube! –Vuelve a gritar, lo ignoro y me levanto del suelo para empezar a caminar por la calle.- Vamos Calipso, has cometido un error al salir de la casa, tu madre está preocupada por ti –Murmura a mis espaldas mientras sostiene mi mano.- No pienses mal de mí, por favor –Me doy la vuelta, elevo mi mano libre pero antes de chocar con su mejilla este la toma.- No me golpees más por favor –Sus ojos se llenan de lágrimas.- Te lo juro por mi padre que jamás te haría daño, lo que viste en la casa fue un mal entendido.
Esta vez no vas a convencerme Leandro –Murmuro.- He visto todo, ya me decía mi madre que no debía confiar en ningún hombre.
Déjame explicarte en el auto, por favor –Dice mientras me arrastra hasta el auto, abre la puerta del copiloto y por primera vez estoy impresionada de que no se preocupe por su auto, estábamos bastante mojados.- Mira –Dice sentándose en el asiento de conductor mientras saca de su bolsillo una invitación y me la extiende.- He hablado con ella, ella se me ha acercado para decirme que no podía creer que nosotros fuésemos a casarnos, ella y yo terminamos hace mucho tiempo, cometíamos muchos errores y decidimos dejarlo, pero ella siempre va detrás de mí, hasta hoy -Reniego mientras leo la invitación.- Me ha dicho que no cree que esté enamorado de ti hoy en la tarde antes de la fiesta, entonces he ido a hacer una tarjeta de invitación con nuestros nombres y una fecha cualquiera –Murmura.- Se la he dado con la excusa de que vamos a casarnos pronto, lo tomó súper mal, luego te vio y se aprovechó de la situación para besarme –Toma mi mano.- Sabíamos que estabas espiando, te vimos, por eso lo hizo mi amor –Limpia sus ojos con su mano libre.- Solo vamos a casa y olvidémonos de esto por favor, realmente no quiero perderte.
No puedo creer que hayas inventado una fecha para nuestro matrimonio –Niego repetidas veces.- ¿Tan importante es ella para ti? –Limpio las gotas de agua que caían de mi cabello.- Somos una pareja Leandro, vamos a casarnos –Hago una pausa.- Debes comentarme las cosas que andan mal, debes contarme que te atormenta, por esa razón vamos a casarnos, para ser un equipo –Susurro.- Yo no soy un adorno.
Tienes razón, debí comentártelo, es solo que me perdí en lo bella que te veías hoy y solo quería disfrutarte –Agarra una de mis manos.- ¿Vamos a casa? –Asiento y este pone el auto en marcha.-
Espero que entiendas que seguramente mi madre debe estar odiándote ahora mismo –Seco mi cabello con la parte baja de mi vestido.-
No creo –Me da una sonrisa de lado.- Ya he hablado con ella, en realidad cruzamos palabras un par de segundos, se quedará en casa de mamá por unos días –Guiña uno de sus ojos.-
Eres un tonto –Rio ante su acción.- Has planeado todo para que regresemos solos a casa –Me cruzo de brazos y este ríe.-
Oh cariño, me conoces de maravilla –Murmura sin dejar de mirar el camino.-
Luego de un buen rato llegamos a la casa, soy la primera en bajar y entrar corriendo para resguardarme de la lluvia, Leandro imita mi acción y cuando llega hasta donde estoy me toma entre sus brazos.
Bienvenida a casa futura esposa –Susurra en mis labios para luego unirlos en un beso.-
Leandro entra a la casa sin soltarme y en un breve impulso me recuesta sobre el sillón de la sala recostándose sobre mí.- Alguien podría vernos –Reniego.-
No te preocupes por eso cariño, los únicos que están en la casa somos nosotros dos –Paso mis manos por sus hombros quitando su saco.- Solo nos acompañan los guardias, pero están afuera –Me acomodo un poco mientras abro mis piernas permitiéndole recostarse en medio de estás.-
Las prendas de Leandro ya se encontraban tiradas por doquier, ambos reíamos y nos besábamos en cualquier oportunidad, yo era la única que me encontraba completamente vestida, Leandro se separó por completo dejándome ver su miembro erecto –Me mordí los labios y este solo se rio por mi acción.- Tomó uno de mis pies y con delicadeza quitó mi tacón, hizo lo mismo con el otro y luego se recostó nuevamente, elevé un poco mi espalda quedando arqueada ante él, pasó sus manos por mi espalda y bajó el cierre lentamente matándome de placer, ambos gruñimos, cuando el vestido estuvo en el suelo Leandro se dispuso a deshacerse de mis bragas, las rompió como solía hacerlo, ambos reímos, era lo que menos preocupaba.
Ambos sonreímos, era el momento que más estábamos esperando, elevé un poco mis caderas dándole la aprobación, este me tomó de las caderas y en un leve impulso se hundió en mi haciéndome escapar un grito ahogado de placer, tomó una de mis manos y la otra la dejó en mi cadera, afuera llovía y hacia bastante frio pero ambos emanábamos calor, sentíamos nuestros cuerpos arder por la excitación, las embestidas no paraban, eran estocadas certeras que me hacían temblar, mis piernas parecían gelatina, como pude me di la vuelta quedando arriba, me acomodé un poco para luego moverme al compás de su cuerpo, era satisfactorio para ambos, cuando sentimos el éxtasis Leandro se giró quedando nuevamente sobre mí hundiéndose cada vez más, mis paredes se contraían ante su gran miembros y los espasmos eran increíbles, luego de unas embestidas más ambos alcanzamos el orgasmo, el tan satisfactorio y anhelado orgasmo, siempre disfrutábamos el uno del otro, es como si fuésemos diseñados para estar juntos.
¿TEAM LEANDRO?
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MIS HERMOSOS LECTORES GRACIASSS YA SOMOS 1K, LOS AMOOO.
Se que estaba perdida pero mi excusa esta vez es que me encontraba realizando clases virtuales, lo siento mucho, prometo subirles más seguido. NO SE OLVIDEN DE VOTAR.
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Mafia Italiana.
RomantikLeandro Di Lucca, el hombre más famoso de toda Italia y no precisamente por sus buenas obras, es el capo de la mafia Italiana y gobierna casi todo lo que toca. Leandro decide ir al codiciado desfile anual de Los Ángeles de Victoria's Secret para di...