Llevaba toda la tarde llorando, estaba cansada de la posición en la que me encontraba, el suelo no era para nada cómodo, me sostuve de la pared para poder levantarme del frío suelo, estaba cansada de llorar por alguien que fingía amor, estaba lazando lejos de mi mente todas las imágenes de la escena con la que me había encontrado en la mañana, fui directo al baño para abrir la llave de la tina, necesitaba ponerme linda. No llorar por un hombre, probablemente si no le demostraba nada este podía dejarme ir.
Despejé mi mente cuando hundí todo mi cuerpo desnudo en la tina, el agua estaba bastante deliciosa, estaba disfrutando tanto la ducha que me olvidé de todo lo había pasado unas pocas horas antes. Ya llevaba más de una hora en la tina así que me dispuse a salir de esta, agarré la bata que colgaba de la pared para ponérmela, después de secar mi cabello con otra toalla salí del cuarto de baño para ir a mi armario. Espero que en esta habitación solo hubiese estado yo –Murmuré para mí misma, mientras encontraba el conjunto perfecto para salir de mi encierro.-
Cuando por fin encontré una camisa manga larga blanca y un short fucsia neón me los puse sin dudarlo, quería verme linda pero también relajada; agarré mi cabello en una coleta alta y después envolví toda la coleta formando un moño, agarré unas sandalias y me las puse, cuando por fin estuve lista me acerqué a la puerta con un poco de nerviosismo, moví la manija de la puerta y abrí esta, saqué mi cabeza y sonreí cuando no vi a nadie fuera, entonces salí decidida de mi habitación y bajé las escaleras, para mi felicidad Amy ya había llegado y estaba preparando la cena, la saludé rápidamente para luego irme hasta la terraza en donde había una gran piscina, no iba nadar, lo que realmente me importaba era el sillón que estaba al lado de este, desde ahí podía ver el perfecto atardecer mientras el sol se escondía en el río.
Me encantaría que mamá estuviera conmigo disfrutando de este bello atardecer, pero seguramente ella debe creer que ando en cuestiones de trabajo –Suspiré frutada.- Las cosas siempre pasan como menos se quiere, mírenme a mí, soy joven aun y estoy secuestrada en La Toscana Italiana por un hombre que parece un Dios griego, el cual es bastante estúpido obviamente –Entonces reí, recordé el día que Leandro amaneció junto a mí en la cama.-
Estaba disfrutando demasiado del atardecer que no me fijé en el momento en el que Leandro se había sentado justo a mi lado, pero no tardé mucho debido a que este hablo.
Amar puede hacer daño, a veces, amar puede hacer daño –Musitó Leandro mientras yo lo observaba, este aprovecho que estaba relajada y se sentó justo frente a mi ¡Oh Dios! El atardecer lo hacía ver más perfecto, aunque por dentro las palabras querían salir no dije nada y esperé que este continuara.- Sé que te preguntaras de que amor hablo –Asentí, no quería hablar.- Me refiero a lo que he intentado negarme, siento algo por ti y aunque sé que es muy pronto yo quiero arriesgarme –Entonces negué ¿Si tanto me quería que hacía con esa tipa en su habitación?- Amar puede curar, amar puede remendar tu alma, y es la única cosa que conozco. Juro que será más fácil, recuérdalo con cada pedazo de ti, y es la única cosa que nos llevamos cuando morimos. –Entonces suspiré tan fuerte, estaba abriendo su corazón hacia mi.- Bueno, encontré una chica, hermosa y dulce. Oh, nunca supe que tú eras la persona que me estaba esperando. –Me levanté molesta del sillón.-
¿Acaso no recuerdas que te encontré en la mañana con una mujer? –Grité bastante enojada, Leandro al verme así se levantó enseguida.- ¿Estas jodiendome?
No es lo que piensas Calipso, esa mujer que viste en la mañana en mi habitación había sido mi amante mucho antes de estar contigo –Tragué en seco.- Una cosa llevó a la otra, yo llevaba ebrio tres días debido a tu desplante en el hospital –Continuo.- Sé que he cometido un error, pero tú me has dejado claro que no sientes nada por mí –Susurró bajando la cabeza.- Y yo no tengo mucho tiempo, tengo que sobrellevar los negocios y tu estas quitándome tiempo con tu desprecio - cuando este terminó de hablar me acerque a él para envolverlo con mis brazos, sabía que estaba siendo sincero, lo podía ver en sus ojos.-
¿Me perdonas? –Asentí y al instante este unió nuestros labios, besarlo me encantaba demasiado, mi cuerpo siempre experimentaba nuevas sensaciones cuando él me tocaba o besaba, jamás había creído en eso que la gente decía con respecto a que el destino ya tiene alguien para nosotros asignado, pero con este hombre mi visión había cambiado un poco. Di un pequeño salto para envolver mis piernas alrededor de Leandro y este al instante empezó a caminar hasta la casa.
Luego de recorrer toda la casa y subir hasta la segunda planta separamos nuestros labios para respirar un poco, Leandro tomó la manija de la puerta de su habitación y cuando la puerta se abrió pude apreciar la elegancia que lo caracterizaba, había una cama King la cual era acompañada por dos mesitas a cada lado, frente a su cama había un televisor bastante grande y al final de esta había un balcón bastante lindo con una vista increíble; entré en razón cuando Leandro me dejó recostada en la cama mientras se acomodaba sobre mí.
Si quieres puedes dormir conmigo aquí, nena –Sonreí ante su comentario.- Ahora no planeo dejarte ir.
No estaría mal compartir la cama contigo –Eleve mis cejas un par de veces haciendo que ambos riéramos a carcajadas.-
Cuando recuperamos la respiración ambos vimos nuestros labios y en un rápido impulso de desesperación nos devoramos sin piedad, lo necesitaba bastante, me encantaba estar con el realmente, me sentía bien con este bello hombre; Leandro sin dudarlo más se fue deshaciendo de mi ropa poco a poco, cuando mis senos quedaron al descubierto este se acercó para besarlos y mordisquearlos un poco haciéndome sentir bastante placer, no como la primera vez; como pude desabotone su camisa dejando ver su cuerpo tatuado, me encantaba cada tatuaje que adornaba su piel, vacilé un poco antes de bajar mis manos hasta sus pantalones y desabrocharlos para luego bajarlos junto con sus boxers, su enorme miembro erecto salió disparado hacia mi dirección golpeando levemente uno de mis muslos, gemí; entonces este se acomodó con cuidado y entonces entendí que estaba esperando mi aprobación.- Hazlo nene –Mi voz estaba bastante ronca, sentí como Leandro se tensó un poco pero de igual forma no perdió la oportunidad, separó mis piernas un poco, se terminó de acomodar y entró en mi lentamente haciendo arquear la espalda al instante ¡Wow se siente bien! Cuando mi cuerpo se acostumbró un poco este empezó a mover su cadera brindándome embestidas certeras, ambos estábamos bastante agitados, la respiración de ambos era bastante pesada y los movimientos que ambos realizábamos me hacían pensar que nuestros estaban moldeados para estar juntos, en medio del desdén no pude aguantar más cuando sentí que mi cuerpo explotó de placer, había llegado al orgasmo dejando escapar varios gemidos de mi parte, entonces Leandro tampoco aguantó más viniéndose justo después de mi llenándome por completo; Pasé mis manos por su cabello húmedo formando pequeñas ondas con mis dedos.
Me encantas –Murmuró.- Nunca estarás sola mi amor –Este salió de mí para acomodarse a mi lado y jalarme hasta su cuerpo, recosté mi cabeza en su pecho, no respondí nada ya que inmediatamente cerré mis ojos quedándome dormida al instante.-
Que noche tan especial, Calipso por fin me había disculpado y ambos habíamos tenido un encuentro increíble, si ella supiera que todo esto lo hago para que vengar a mi padre –Entonces cerré los ojos con fuerza.- El padre de Calipso había asesinado al mío para robarle su linaje, pero no contaba con que yo existía y era mayor de edad para tomar el poder, entonces antes de que el subiera a ese avión para fugarse le disparé justo en la cabeza y desenfunde mi arma hasta que realmente no se movía –Me levanté de la cama, me puse mi bata y fui directo al balcón, saqué un cigarrillo de la bata y disfruté aquel bello paisaje mientras fumaba, me encantaba que mi casa conectara con el río, entonces me giré para mirar hacia la cama, Calipso era linda y muy sensible, pero yo era fuerte y malo, debía mostrar mi honor y honrar a mi padre asesinando a toda esa familia –Deshice mis pensamientos para luego salir de mi habitación e ir al despacho para revisar algunos cargamentos que justo llegaban esta noche.-
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Mafia Italiana.
RomanceLeandro Di Lucca, el hombre más famoso de toda Italia y no precisamente por sus buenas obras, es el capo de la mafia Italiana y gobierna casi todo lo que toca. Leandro decide ir al codiciado desfile anual de Los Ángeles de Victoria's Secret para di...