❛ 𓄼 CAPÍTULO TRES 𓄹 ៹8 HORAS DE ATRACO
VIERNES 6:25 P.M.TRASLADAMOS NUESTRO GRITERÍO A LA SALA DE CONTROL, Denver y Nairobi gritando a Tokio regaños e insultos, pero a la pelinegra no parecía importarle en absoluto. Río se encontraba sentado frente a mí, mientras yo le curaba de su rozadura en la sien izquierda.
—Cielo, tranquilo —paré un momento poniendo mi mano sobre su rodilla que movía inquietamente—. Inhala y exhala.
Inhaló profundamente antes de soltarlo, y después de un asentimiento volví con mi trabajo dando toques con el algodón a su herida.
—Lo hemos dicho, no íbamos a disparar a nadie —sigue reclamando Nairobi.
—Caí bloqueado con los impactos y... —trata de excusarla, siendo interrumpido.
—Cállate —le ordenamos Denver y yo, aunque el de ojos claros golpeando la mesa con brusquedad en su grito.
—No le grites —siseo con una mala mirada de reojo.
—Que Nairobi y yo también te cubrimos —el rizado prosigue, disminuyendo el tono de voz al dirigirse a Río—. Roma se arriesgó acabando con una rozadura. Disparamos al suelo, no a los cuerpos a quemarropa.
Terminé con Río bajando el cierre de mi mono, y tras quitarme el chaleco, miré el rasguño con un poco de sangre seca.
—Podría haber salido peor —murmuró cohibido Río, mirando la herida. Denver arrastró una silla hacia nosotros y se sentó en ella para curarme.
—Gracias —le sonreí, tensa por el momento—. Oigan, después de todo, lo hicieron muy bien. Seguimos aquí —si no los felicitaba, ¿Quién lo haría para que se empeñaran en seguir así?
De un segundo a otro, un silencio sepulcral cayó sobre nosotros al mirar a Berlín, quién había entrado. —Ya se están llevando a los policías heridos. ¿Están conectados los teléfonos?
Río y yo sacamos el teléfono de cable rojo, conectándolo como respuesta.
—Fuera cualquier señal inalámbrica o de radio —caminó a nuestro lado mientras todos le depositábamos en su mano los comunicadores, a los que dejó caer en la pecera antes de apartar a Denver de su lugar para sentarse él—. Llama al Profesor —me tomó por las mejillas y las acarició, cambiando la mirada a mi hombro.
—Apenas es un rasguño —aseguré. Pero ese rasguño fue lo que inició el odio y la repulsión de Berlín hacia Tokio.
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𝐑𝐎𝐌𝐀 ៹ 𝗅𝖺 𝖼𝖺𝗌𝖺 𝖽𝖾 𝗉𝖺𝗉𝖾𝗅.
Fanfiction⌲ 𝗥𝗢𝗠𝗔 ◟⿻. 𝖾𝗅 𝖺𝗆𝖺𝗇𝖾𝖼𝖾𝗋 𝖾𝗇 𝗍𝗎𝗌 𝗉𝖾𝖼𝖺𝖽𝗈𝗌 ༉ 𝗘𝗡 𝗗𝗢𝗡𝗗𝗘 . . . Roma no es solo una cara bonita que puede enredarte en su dedo y tenerte a su merced por ...