Novato [Eunhae]

Capítulo 1

Donghae pensó en lanzar insultos, pensó en golpear a Kwangsu en la cara, pero al final, rodó los ojos y pisoteó el talón contra el suelo. El golpe enojado no detuvo el resoplido de diversión del hombre que se alejaba.

Durante los últimos meses, Donghae había sido sometido a cientos de nuevos nombres coloridos. Que los prisioneros lo llamaran un trapo de mierda era preferible a como el personal lo hacía. Carne fresca, doncella, nuevo, principiante, pez,  fueron algunos de sus nuevos nombres.

"Es Donghae". Siseó, luego se volvió y se apoyó contra la puerta de metal.

Donghae, eso fue todo lo que su madre le dio. Su nombre, que sonaba demasiado suave para el mundo, un nombre débil que estaba decidido a fortalecer. Fue el oficial de prisión más joven en trabajar dentro de Yodok en décadas, pero hasta ahora, solo lo asignarían al adormecedor de cerebro, turno nocturno. Cada vez que se abría una vacante diurna, Kwangsu, su oficial superior, siempre se la negaba. Dijo que era por ser demasiado inexperto, pero debido a eso no podía obtener ninguna experiencia, incluso trabajar en el corredor de visitas habría sido un gran paso.

A Kwangsu no le gustaba la edad de Donghae, y no le gustaba que fuera del sistema de protección. Nunca lo dijo, pero Donghae creía firmemente que Kwangsu pensaba que era un informante enviado a la prisión.

"Que tengas una buena noche, novicio".

Donghae no se volvió ante la burla. Respiró hondo y exhaló hasta la cuenta interna de diez.

El turno de día acababa de entregarse al personal nocturno. Estaba de pie dentro del ala G, detrás de él estaba el vestíbulo, y en el lado opuesto había otra puerta que conducía al ala H. El vestíbulo actuaba como un espacio para transportar a los prisioneros a través de cualquier puerta que necesitaran. Ya sea para el hospital, el área de visitas, la iglesia o las aulas. Donghae imaginó que estaba lleno de actividad durante el día, pero por la noche era un abismo resonante.

Mirando hacia adelante sin pestañear, la oscuridad se fue apaciguando, hasta que solo quedaron manchas negras, formando rostros siniestros, que avergonzarían a los prisioneros.

 Los reclusos habían estado encerrados desde las siete, el ala era sorprendentemente silenciosa, y el único sonido vino detrás de él. La oficina donde el personal nocturno comía donas y tomaba café tras café. Donde la falta de actividad que los convirtió en zombies, y el peso de los párpados, fue demasiado. La gente nunca se dio cuenta de aquellos oficiales que se quedaron dormidos, pero sí irritaba a Donghae porque siempre era el mismo. Sooman, arrugado y frágil, tenía mechones de cabello blanco colgando de la parte posterior de su cuello arrugado. Podrían haber sido adheridos, pero Donghae sospechaba que habían quedado atrapados en sus pliegues de arrugas o que habían quedado atrapados allí con pegamento.

Sooman se creía un bastardo astuto. Se recostó en una silla gastada frente a una de las cámaras de vigilancia del piso inferior.

Gafas de sol verde oscuro cubrían sus ojos. Afirmó que ayudaron con su aparente glaucoma, pero todos sabían que era para esconderse, para que él pudiera tomar una siesta. Una vez que Donghae caminó hacia él, chasqueó los dedos, hizo un gesto grosero, luego recogió una pila de libros pesados ​​y los dejó caer desde la altura.

Sooman se sacudió tan violentamente que se le cayeron las gafas de la cara y amenazó con cortarle a Donghae la oreja por intentar matarlo.

Seis de ellos trabajaban en el turno de noche, tres oficiales asignados a cada ala. Los otros dos con Sooman eran Jung y Dae . Gemelos idénticos con cortes idénticos, y que después de dos meses Donghae todavía no podía distinguirlos. También tenían hábitos de fumar idénticos, y a menudo salían del vestíbulo para satisfacerlos. Sooman y los gemelos fueron asignados al ala-H, mientras que Donghae fue asignado a la G, junto con Sunhee y Jisung.