***PRIMER VENDAJE***

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 No sé cuánto tiempo he dormido, mi espalda duele considerablemente, intento moverme pero una mano me indica que no lo haga empujándome hacia abajo, abro los ojos y descubro a una chica de cabello castaño, quien esbozando una sonrisa, me acaricio la mejilla mientras me decía.

-Tranquilo, querido descansa, no estás en condiciones de ponerte en píe.

-Quién eres- pregunte.

- No importa mi nombre en este momento, tienes que ponerte bien, tu hija desea verte fervientemente- contesto con una suave voz, que me arrullo y me hizo caer nuevamente en la obscuridad.

-Se repondrá pronto.

-Necesitara tener los vendajes por lo menos una o dos semanas más y si utiliza el ungüento que le he recetado no le quedaran cicatrices.

- Quizás el señor quiera quedárselas- dijo una voz que identifique como la de mi ama de llaves y nana de Kyumin, Kibum.

-Estás loca.

- Bueno , es que a los varones a veces les gusta tener cicatrices que muestren su rudeza.

-Claro que no, le aplicaremos el ungüento, su espalda no deberá tener esas cosas.

-Pero si él quiere...

-Él no lo querrá- aseguro aquella otra persona que conversaba con Kibum ...un momento... esa voz yo la conocía, o estaba delirando o esa voz era la de ... mi esposa.

- Bien como sea, la cuestión es que el vendaje hasta entonces será retirado, y es necesario que guarde reposo.

-No creo que quiera, el señor es muy activo.

-El doctor dice que deberá guardar reposo y así lo hará- afirmo Sungmin.

-Pero, si el señor.

-BASTA, kibum, que si el señor esto, que si el señor el otro, ni siquiera sabes si...

-Perdón señora, pero por diez años he estado al lado del joven amo, siendo su ama de llaves y consejera y conozco perfectamente sus costumbres y hábitos y sé que no le gusta guardar reposo menos cuando se entere que su regimiento cambiara de general.

-¿Có..mo? - pregunte débilmente, mientras me apoyaba en mis manos para darme vuelta pues durante todo ese tiempo de convalecencia permanecí boca abajo.

-Señor- articulo kibum y corrió a sostenerme al igual que el médico.

-Qué has dicho- pregunte a kibum.

-Perdón señor, pero es que como no despertaba y su regimiento está solo y es uno de los mejores , el rey pidió a un general chino que se haga cargo de él, para servir como escoltas de la princesa Siwon y el príncipe zhou mi- contesto.

Me enfurecí, me estaban quitando algo muy mío, algo que pulí desde cero, ahora odiaba más que nunca al rey por seguirme castigando de aquella manera.

Me sentaron sobre el lecho, estaba que reventaba de coraje y mi respiración era agitada, cuando mi pequeña entro.

-Papi, papi, ya estas curado- grito y se subió de prisa sobre la cama.

-Niña, baja de ahí- le grito Sungmin, y mi hija se detuvo antes de llegar a mi lado.

-Perdón mami- dijo y observe como mi esposa cerraba sus ojos molesta por aquel nombre que le daba mi hija: "mamá".

CICATRICES QUE MATANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora