***VENDAJE SIN EFECTO***

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POV Kyuhyun

La mañana llego cálida, el roció congelado por las bajas temperaturas del invierno se derritieron con la presencia del sol, las primeras aves que salieron de sus nidos emitieron sus cantos y graznidos indicando que un nuevo día iniciaba y debíamos abrir los ojos para no perdernos el saludo al sol.

Mis parpados pesaban pero comenzaron a abrirse con lentitud, el hombro me dolía, posiblemente estaba dislocado, realmente necesitaba que un médico y no un chamán me revisara o quedaría lisiado de algo.

Me senté sobre el lecho, y entonces caí en cuenta que estaba solo, pero yo no me había acostado solo a noche anterior, me pregunte a donde había ido, iba a llamar a Eunhyuk para preguntar por ella, cuando apareció en la puerta acompañada de Donghae y la señora de la casa con dos baldes de agua, una fría y la otra caliente.

-Has despertado- dijo al verme, las mujeres dejaron los baldes en el suelo y vertieron un poco en una especie de tina -Gracias- ahora salgan ordeno.

-Qué hacías afuera tan temprano- pregunte .

- No podía dormir y decidí que necesitabas un baño- respondió.

-Es decir que mi olor no te dejo dormir- bromee.

-yo no he dicho eso, aunque- contesto – debes aceptar que necesitas asearte urgentemente- dijo sonriendo, como amaba esa sonrisa, como había pedido a dios que me dejara verla así y siempre me era negado ese capricho pero ahora simplemente ahí lo tenía.

Me toque el rostro realmente debía estar teniendo el mejor sueño de mi vida, estaba muerto o deliraba para que aquello estuviera pasando , Sungmin me busco, sabiendo que estaba muerto, por lo poco que le saque a Eunhyuk había habido un cambio en su actitud a Kyumin, me beso al encontrarme, ahora me regalaba su sonrisa y se arremangaba las mangas de vestido para ayudarme a lavar, era la vida que yo deseaba, parte de la familia que tanto había añorado, tener a mi esposa y no a la princesa que no se cansaba de cuestionar su mala suerte al estar conmigo.

-Yo puedo solo, le dije al verla que se disponía a quitarme la camisola.

-Seguro- pregunto.

-Si- asegure, pero el dolor de mi hombro no me permitió siquiera retirarla de un brazo.

-Déjame a mí- dijo.

-No, yo puedo- insistí, parecía ridículo pero que me tocara o me viera desnudo del torso me hacía sentir vergüenza y pudor, por desgracia la camisola no cedía y mi brazo dolía más.

-Te haces daño, déjame hacerlo- solicito.

-No- dije nuevamente

- No seas niño, yo lo hago- prácticamente ordeno y con delicadeza me retiro aquella prenda, tomo un lienzo y lo humedeció, comenzó a pasarlo por mi espalda, su toque era delicado, se sentía tan bien, prácticamente estaba masajeando mis hombros y era una sensación deliciosa.

-Cambiare tu vendaje - menciono despertando del trance en el que estaba producto de sus maravillosas manos.

-Ten cuidado- le pedí.

-Lo tendré y no te preocupes tengo practica- me quede pensando en el porqué, pero ella me aclaro-mi padre, cuando se lastimaba yo cuidaba de él, Siwon podrá ser la más fuerte en carácter pero le teme a la sangre y Woocky ella es demasiado miedosa para hacerlo.

CICATRICES QUE MATANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora