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Como sol de luz, de radiante estampa, de garbo altivo, con el rostro sublime, sube con paso firme y seguro hacia el cielo...
El palacio celestial le aguarda, un trono le espera, miles de súbditos le aclaman, el amarillo brillante atavían y engrandecen su persona, la gran trenza ceremonial ha sido entrelazada junto a hilos de oro, su juventud sobresale, y enorgullece a sus padres, pues a su corta edad ha demostrado ser más capaz y eficaz que ninguno para ocupar el cargo del hijo del cielo, el señor de los diez mil años, el hijo del dragón.
Se acerca, nos inclinamos pues aunque no lleva aun la corona en la cabeza, es un gran señor que merece nuestro respeto.
Su rostro exactamente igual al de su madre, no indica ninguna emoción, sabe actuar como un ser supremo, y se da a respetar como tal bajo este rango.
Los cantos de los mojes budistas se hacen presentes sube por un costado al trono, espera a que los ministros y magistrados lleven a cabo la elaboración del sello real, que después plasman sobre el papel divino que lo acepta como soberano.
Cesan los cantos y el Chamberlain inicia la postraciones colectivas de los súbditos que aguardan en la plaza a su gran señor. Cada uno se inclina una y otra vez ante su presencia, el príncipe LEE YUL, hijo del príncipe quinto, primogénito de la emperatriz viuda, Zhou Mi y de la princesa Cho Siwon de Joseon ha sido nombrado soberano de la nación de china.
La festividad se da en toda la ciudad es de regocijo tenerlo a él como monarca, se augura una época de prosperidad para la nación.
Lo he visto crecer, fue mi pupilo durante la mayor parte de su vida, he tratado de darle una crianza como a un hijo, pues es parte de la joya que sigo cuidando en palacio.
Siempre estuve enamorado de ella, nunca me correspondió, pero aunque así fuere mi corazón le sigue perteneciendo y es suyo hasta que muera.
Cuando mi amigo Cho kyuhyun me propuso seguirla a China, ante su inevitable casamiento con el príncipe de esa nación, no me negué, acepte gustoso, pues sería más cruel verle partir para siempre que estar a su lado, observando, velando su sueño, su seguridad y lo mejor tener la oportunidad de cuidar a su primogénito.
No voy a definirme como un santo, varias veces intente tomar a una mujer como esposa, busque tener mi propia familia, pero no pude la última dama, con la que pase la noche, ni siquiera la recuerdo, estaba ebrio, pero fue la última, prácticamente hice un pacto de celibato para dedicarme en cuerpo y alma a su cuidado, a ser su leal servidor.
Le he dado fidelidad sin pedir lo mismo de su parte, ella sigue siendo mi joya, mi linda princesa, la mujer que logro domar a este loco que quiso volar al cielo y cortar una estrella sabiendo que no tiene alas.
POV Cho Siwon
La música ya me ha atosigado por lo que he decidido salir al balcón, miro al cielo doy gracias por el hijo que me dio, ahora es el emperador, tiene mis rasgos, mi carácter, lo he criado a sabiendas que un día se convertiría en lo que es.
Cuando ríe me recuerda tanto a su padre, aun temo que alguien lo descubra, por suerte no sonríe mucho y es por ello que nadie lo ha relacionado a él.
Sé que no debí hacerlo, que de ser descubierto puedo morir junto con él, por mi osadía, pero no me arrepiento fue la única locura que me permití hacer por amor.
Cuando volvimos de Joseon me quedo firme la imagen de mi hermana menor junto a su esposo, ver su felicidad me llevo a pensar que yo también necesitaba un poco de ello y sin pensar me entregue a él.
Sé que no lo recuerda, sin embargo tuve suerte que esa noche diera frutos.
Cuando me entere de mi estado me asuste pero después deje que todo siguiera su curso, planee mi huida en caso de que se descubriera que el príncipe primogénito no era hijo de mi esposo, por suerte no paso.
Ese secreto me lo llevare a la tumba, ese será mi secreto eterno, al igual que el sentimiento que tengo por su padre, quien parece mirarme y decirme tantas cosas, pero después baja la cabeza avergonzado y no dice nada.
-Su excelencia no es propio que este aquí- dice de pronto una voz que hace que tiemble mi corazón y se desboque.
-General- contesto en nuestro idioma.
-Señoría entre por favor- solicita tiernamente como si se dirigiera a una niña.
-General... - digo, quiero gritar quiero decirle lo que siento por él.
-Si señora - contesta con esa voz seductora que lo caracteriza.
-Por qué cuida tanto de mi- cuestiono, ansiosa de escuchar sus razones.
-Porque soy su fiel servidor- dice desilusionándome.
-General...- vuelvo a decir , la palabra "lo amo" está en mis labios solo debo articularla.
-Si alteza- responde mirándome fijamente.
-Nada...- contesto, maldiciendo mi temor, regreso al interior de mi jaula de oro, de mi encierro real, que no me permite, que limita mis sentimientos, que impide completamente vivir mi amor por él, puesto que por desgracia no nació en un seno real, él es solo el genera KIM HEECHUL.
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Gracias a todas las personas que han leído esta historia, no importa si lo hicieron en mi página o en otra, o con otros personajes, al final de cuentas la esencia es la misma. Agradezco a quienes la han difundido en diferentes plataformas y que han puesto mi nombre como autora, es satisfactorio leer los comentarios y decir algo hice bien en ese momento, lo que yo intentaba transmitir realmente llego al corazón de las personas que lo leyeron.
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CICATRICES QUE MATAN
Romance*¨*¨*¨*¨*¨* Kyuhyun el hijo del ministro de guerra de Joseon ultraja a la hija menor del rey al confundirla con una gisaeng, para limpiar su falta y teniendo el favor del rey ya que le salvó la vida en una ocasión, es obligado a casarse, que...