***EXPLICACIONES SIN SENTIDO***

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POV Kyuhyun

Lentamente comencé a abrir mis ojos, moví mis manos sintiendo un cuerpo desnudo a mi lado, recordé la noche anterior, sonreí me sentía satisfecho y pleno, sin embargo me asuste al escuchar su voz.

-Papi- desperté de golpe, y me incorpore al verla al pie de la cama.

-Hija- dije asustado, qué se suponía que diría si preguntaba que hacia ahí, para colmo fue lo que hizo.

-Qué haces durmiendo con mamá y por qué ella esta desnuda- menciono señalando sus suculentos pecho que había quedado al descubierto al levantarme, la tape de inmediato y me quede mudo, que debía contestar.

-Me quede dormido- dije estúpidamente.

-Ummm - dijo no creyéndome - y por qué tu tampoco tienes ropa.

-Es que ... hacía calor- dije y sonreí tenía que convencerla que así era – Amor porque no buscas a Donghae y le dices que traiga un rico desayuno a tu madre.

-Está bien papa, buenos días - dijo y salió de la habitación.

Respire profundamente, me pregunte desde que momento mi hija había llegado y lo más delicado esperaba que no hubiera escuchado los gemidos de ambos en la noche y parte de la madrugada, no queriendo me puse en pie me lave la cara con un poco de agua y tome mis prendas, me acomode cada una y cuando estuve decente regrese a su lado, seguía dormida, pude ver que había dejado dos marcas visibles en su cuello, creo que la próxima vez debo ser más cauteloso con ello, pues al ser una princesa no es correcto que posea marcas.

Me sorprendí de mi pensamiento "la próxima vez" ni siquiera sabía cómo reaccionaría al despertar, lo de anoche bien pudo ser un momento de lujuria, deseo que no volvería a repetirse.

Ni siquiera entendía claramente que nos había llevado a aquello, solo recordaba haberme perdido en la exploración de aquel cuerpo de tentación que tenía mi bella esposa, era claro que tenía que decir no a la pregunta del rey, si con aquel momento ella quedaba embarazada, sería terrible darle fin y dejar a un hijo sin mi nombre.

En ese pensamiento me encontraba cuando Donghae entro, con una charola de comida, detrás de ella dos damas con agua y utensilios de su arreglo se encontraban, por lo que al verme, y notar las ropas de su ama, en el suelo, dio vuelta y entregando la bandeja a una de las chicas, les pidió esperar.

Ella sola entro en la instancia mordiéndose el labio, evitando una leve sonrisita – Buen día señor- me saludo.

-Buen día- conteste apenado - He, tu señora ... necesitara una cinta para el cuello- pedí pues con eso ocultaría las marcas, la miro y después emitió divertida - Sí señor, no se preocupe yo veré que no sea notoria, sea cuidadoso la próxima vez.

Ahí estaba otra vez esa frase, "la próxima vez" y si no había otra, no conteste, solo tome mi sombrero y colocándomelo, me fui , las damas me saludaron ruborizadas, odiaba que por encontrarme en su recamara todos intuyeran que sucedió en ella. Pase al cuarto de mi hija a despedirme prometiendo regresar y tome mi caballo para irme de ahí.

Me fui a paso lento rodeando el pueblo por el bosque, una sonrisa se plasmó en mi rostro, recordaba sus besos, sus inexpertas manos tocarme, sus piernas enredadas con las mías, sus ojos ardientes que me comían con la mirada cuando me desnude, sus gloriosos pechos, sus bellas caderas moviéndose a mi compas, que sin querer me sentí completamente excitado nuevamente.

CICATRICES QUE MATANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora