TXT ❥Es mejor si te evito【 YeonHyun/ YeonTae🎔】

❅Capítulo 28❅

Corría calle por calle. Realizaba ejercicio matutino para poder tener más condición física y así resistir más al bailar.

Era viernes. Para mi fortuna no había clases ni tampoco entrenamiento ya que nos mandaron un aviso diciéndonos que las suspenderían por un día así que me tomé la libertad de salir a correr.

La música que estaba escuchando en ese momento me motivaba a seguir corriendo. Me detuve por un momento cerrando mis ojos; Me imaginaba a mí en un escenario junto a muchas personas haciendo lo que más me gustaba.

Abrí los ojos y continúe corriendo.

Un gran susto me llevé al casi chocar con una persona por culpa de andar imaginando cosas que para mí en ese entonces era imposible.

—Disculpa —hizo una reverencia.

—Oh, discúlpeme usted a mí —ahora era yo quien realizaba la reverencia como disculpa.

Seguí caminando, pero la mujer con la que casi chocaba anteriormente me habló de nuevo. Pausé la música para escuchar si realmente me estaba hablando.

—Disculpa de nuevo —giré para verla mejor y ella sonrió con pena—. Sé que sonaré muy atrevida, pero realmente eres muy lindo.

No sabía si sentirme bien por el cumplido o incomodarme porque era una mujer muy grande para mí, pero afortunadamente solo estaba malinterpretando las cosas.

—Oh, no me malinterpretes —dijo soltando una risa al final. De su bolsillo sacó una tarjeta y me la entregó—. No sé si a ti te gustaría ser aprendiz en nuestra agencia, pero el visual ya lo tienes así que si gustas podrías presentarte en nuestra agencia de entretenimiento.

—¿Ah? ¡Muchas gracias! —volví a hacer una reverencia, pero esta vez de agradecimiento—. Voy a pensarlo, pero de todos modos muchas gracias.

—No hay de qué. Que tengas una buena tarde —sonrió amablemente y se despidió para seguir caminando.

Miré detalladamente la tarjeta. Esa agencia no me sonaba para nada, pero aun así no había por qué descartarla tan pronto así que guardé la tarjeta en mi bolsillo.

Saqué mi celular dispuesto a reproducir la música, pero repentinamente la pantalla cambió a la de llamada entrante y sin querer pulsé el botón de contestar.

—Ahg, ¡Demonios! —grité frustrado.

  —No me grites o me pongo a llorar.

—¿Ah? —posicioné el celular cerca de mi oído—. ¿Me escuchaste?

  —Si. Me acabas de partir el corazón.

—¿Kai?

  —Si.

—Perdón es que me agarraste ocupado.

  —¡Solo es un favor! Te prometo que este favor no te va a afectar como el anterior.

—¿Y ahora de que se trata?

  —Invité a Soobin a mi casa y dice que no aceptará a menos de que haya otra persona.

—Tal vez no quiere estar contigo.