TXT ❥Es mejor si te evito【 YeonHyun/ YeonTae🎔】

❅Capítulo 31❅

Estábamos en nuestro receso. Cada quien estaba en su respectiva mesa junto a su grupo de amigos y yo me encontraba en una de las mesas junto a Kai.

Él se encontraba en total silencio —cosa que era demasiada rara ya que no solía ser así—. Miraba cada gesto que hacía, pero no tenía ni idea de lo que estaba pasando.

—¿Te sucede algo?

Él negó con la cabeza.

Beomgyu caminó hacia nosotros con un libro en mano. Sabía perfectamente la razón de que haya traído ese libro.

—Ayúdame con estos ejercicios de álgebra.

—Tu grado es mayor al mío así que no entendería tus ejercicios por más que quisiese.

—No me digas eso —su cara de súplica me parecía tierna, pero no podía ayudarlo—. Por lo menos míralos y dime si les entiendes.

—Está bien —sonrió y me pasó su libro justo en la página en la que necesitaba ayuda—. ¡Estos ejercicios son fáciles!

—Solo a ti se te hacen fáciles —dijo dándome un lápiz.

—¿Eh? ¿A caso me estás diciendo que te haga la tarea? —lo miré con enojo fingido y él sonrió.

—Me debes una.

—¿Qué? Eso quisieras.

—Hoy es el festival y nunca entrenamos la coreografía para la calificación final.

Era verdad. Estuve pensando en tantas cosas que ni si quiera recordaba el mugroso festival que me trae malos recuerdos. Me dirán "¿Cómo pudiste olvidarlo si todos se la pasaban recordándomelo?" la verdad no había olvidado del todo ese festival solo olvidé que tenía un equipo.

—¿Y cómo se supone que te debo una si no solucionaste el problema?

—Ayúdame a resolver la tarea que luego va a tocar el timbre —negué con la cabeza y me puse a responder los problemas mientras seguía poniendo atención—. La verdad aún no he resuelto el problema, pero esto nos salvará el pellejo.

Levante la mirada. Él señalo su pierna y mi mirada fue hacia abajo. Su pierna estaba vendada con algo de sangre y eso hizo que abriera completamente los ojos del susto.

—¿¡Qué te pasó!? —pregunté en voz alta haciendo que todos nos voltearan a ver.

—Tranquilo —me sonrió—. Hoy será mi debut en la actuación y ya verás como la maestra me creerá y me dirá que exentamos la materia.

—¿Qué? —lo miré confundido—. Ah, eres un mentiroso.

—Mentiroso no. Soy excelente actor —dijo posicionando su mano en el pecho—. La vida me bendijo con este don.

—Todo bien, pero...—mi vista fue de nuevo hacia abajo—. Cualquier tonto sabría que así no se venda una pierna herida —solté una risa de burla.

—¡Yo tratando de ayudarte y me sales con eso! —caminó hacia el asiento vacío que estaba al lado de mí y luego se sentó—. Estoy orgulloso de ti. Haz terminado todos mis ejercicios de tarea.

—Si. Ahora quiero que me dejes en paz y te lleves tu libro a otra parte.

—Ayúdame con este ejercicio de la libreta —sonrió descaradamente.