Amor

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Brahms P

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Brahms P. O. V.

Es frustrante tener que fingir para no asustar a la gente, y lo hice en todo este tiempo, no supe ya nada de ella y de él, pero la casa fue remodelada, intente ocultar el pasadizo que estaba detrás del espejo, y funcionó. La casa se fue remodelando, se llevaron las cosas que eran mías de pequeño, y las cosas de mis padres, aunque sólo las dejaron en el ático, y eso me alegro, la casa se fue amueblando con cosas que ya no eran de nosotros, entonces, paso.

Los días siguieron su transcurso, y mis heridas se fueron compusiendo, y eso era bueno, me tomé baños para que mis heridas no fueran afectadas. Aquella tarde, mientras me encontraba en mi habitación leyendo un libro, una comioneta se escucho estacionarse, y eso provocó mi curiosidad, me levante de mi cama y empuje con el pie aquella almohada con forma de muñeca que había hecho tiempo atrás, y camine por los pasillos que estaban dentro de la casa, entonces, entre uno de los agujeros, la observe por primera vez.

Su piel era clara, y su cabello castaño, sus ojos hipnotizaban por completo, entonces observe como iba vestida, unos pantalones y una camisa floja de color blanca, pero en sus brazos, había un bebé, uno que a lo máximo, tendría uno o dos años. Pero eso no me llamó la atención, ella fue quien lo hizo, pero un pinchazo sentí en el interior de mi ser al ver aquel hombre cerrar la puerta, intentó abrazarla, pero me alegre al ver que ella se alejo de él.

—¿Te gusta la casa? —preguntó el hombre que estaba detrás de ella, él vestía muy formal, tenía la misma estatura que ella. Una estatura que si estuvieran a lado mío o enfrente, yo les ganaría, ella asintió con la cabeza sin tomar mucha atención, subiste las escaleras, y el hombre suspiro.

Camine entre los pasillos una vez más, quería estar cerca de ella a toda costa, verla, su rostro parecía delicado pero hermoso, su cuerpo, era tan pequeña y delgada, que me daban ganar de abrazarla y estujarla. Ella se acostó en aquella cama que una vez llegó a ser de mis padres, entonces vi como ella se levantaba su blusa, dejandome ver uno de sus atributos, y ver como su pequeño se acercaba a el y tocaba con sus pequeños labios el pecho de ella.

Seguí observándola, tenía el cabello largo, demasiado, y eso era perfecto, me daban ganar de tocar su cabello, de acercarme a ella y acariciarla, seguir el tacto de su piel con el mío, mi corazón latía con mucha fuerza, entró aquel hombre con cajas, y volvió a salir de la habitación. Y ella comenzó a cantar para su pequeña criatura, y yo me quedé a escucharla, pensando me que cantaba a mi, y no a esa pequeña especie.

Baby mine, don't you cry. Baby mine, dry your eyes. Rest you head close to my heart, never to part, baby of mine —cantaba con delicadeza mientras acariciaba la pequeña nariz del infante, ella era como de esas madres que salían en algunos libros, madres extremadamente hermosas y con un corazón de diamante que te amaban con todo su corazón—. Don't you mine, what they say...

Y yo quería aquello, entonces aquel hombre volvió, y ella no le tomó mucha importancia, era una familia rota, y yo me podía dar cuenta de eso gracias a mi niñez y a los libros que leía, él acomodaba ropa de hombre y de mujer en el closet, mientras ella seguía cantando con delicadeza, quería estar ahí en ese mismo momento, mi corazón latía fuertemente, quería aquello, quería aquella familia.

𝐓𝐎𝐗𝐈𝐂 𝐏𝐎𝐒𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 || ʙʀᴀʜᴍꜱ ʜᴇᴇʟꜱʜɪʀᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora