Alice llega a la mansion, una mansion que sucedieron eventos desafortunados dos meses antes de ella, una nueva remodelación, y nuevos cuadros, y una pequeña familia en la casa.
UN NUEVO COMIENZO para la pequeña familia Riddle, donde Alice quiere sol...
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Alice P. O. V.
Mire irse Lionel de la casa aquella tarde, Sebastián dormía en su cuna en su habitación, la noche anterior le había pedido a Lionel dormir en habitaciones separadas, aunque no le había gustado la idea a él, me dejó dormir en una habitación sola sin su presencia, cerré la puerta con cuidado y subí las escaleras, entre a mi habitación y cerré la puerta detrás de mi para caminar a la cama y acostarme a lado de Brahms, quien seguía dormido, me acosté de lado apoyando mi cabeza para verlo mejor, él se encontraba demasiado dormido, su rostro reflejaba serenidad, se encontraba un poco destapado, y algunos mechones de cabello caían en sus ojos.
Lleve mi mano hacia el rostro de él para apartar los mechones, una sonrisa se dibujo en mis labios, él estaba tan tranquilo, y yo lo estaba, no como minutos antes que estaba tan nerviosa por lo que paso en la noche. Lo tomé del rostro y me acerque a él para besarlo, sus labios se encontraban cálidos, entonces sentí su mano en mi cintura, me aleje un poco de él para verle el rostro, se encontraba despierto.
—¿Tienes hambre? —pregunté, él me miró de arriba hacia abajo para después mirarme con una pequeña sonrisa, asintió, reí.
Me subí arriba de él para tomarlo del rostro y juntar nuestros labios, el beso fue correspondido, la calidez que él desprendía me recorría por todo el cuerpo, me tomó de la nuca y me acercó para a él, mientras yo solo lo comencé acariciar su pecho con una mano mientras con la otra, acariciaba su clavícula, el soltó un ruido extraño pero agradable, entendía lo que le estaba pasando, así que solo me deje llevar, bajo mi mano para acariciarlo por completo, mientras él metía sus manos bajo mi blusa, sus besos comenzaron a recorrer de mis labios hacia mí mejilla para comenzar a bajarlos, llegando a mi cuello, me encontraba extasiada, y solo quería sentirlo por completo, tomé su masculinidad con cuidado provocando que soltara un gemido entre los besos que me daba en el cuello.
—Esto... No es comer, Brahms —intenté hablar con fluidez, pero ante sus acciones y las mías, no me dejaban.
Estaba comenzando a tener demasiada calor, quería desprenderme de la ropa, y él precia igual, y lo pude notar con facilidad. Sus manos subieron hacia mi espalda para acariciarla, sus besos siguieron bajando hasta llevar a mi clavícula, yo había detenido mis besos por pequeños ruidos que soltaba ante el toque de sus labios en mi piel sencible, su barba y bigote me hacia sentir pequeñas cosquillas, de repente, de un rápido movimiento los roles cambiaron, él se puso sobre mi y entre mis piernas, seguí masturbandolo mientras sus besos fueron bajando hacia mis pechos los cuales comenzó a besar y jugar con mi pezon, traté de no hacer ruido ante sus caricias, pero me era imposible no soltar un gemido, y arquie al sentir su miembro rozar mi feminidad. Sus manos fueron hacia la orilla de mi blusa para hacer que mi espalda se separara del colchón de la cama para quitármelo, en el camino, él aventó mi blusa en alguna parte de la habitación mientras yo me quitaba mi brasier que estaba minutos antes abajo de mis pechos.
