Picnic

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Alice P

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Alice P. O. V.

Cuando llego Lionel, la ropa de Brahms ya estaba lavada y seca, y ya se encontraba en la caja que tenía Brahms en su habitación, en el tiempo libre que tuvimos, le había pedido a Brahms si se podía quitar la máscara, algo que obviamente no aceptó y se fue y ya no volvió aparecer, yo tampoco lo fui a buscar, tenía cosas que hacer, tuve que hacer acomodar una vez más las cosas que estaban en la cesta y esperar que llegara Lionel, había dejado comida en el refrigerador para Brahms, y también había dejado un vaso de jugo de naranja en la mesa, Sebastián jugaba aún con sus muñecos, minutos atrás, le había dado un baño y de paso uno para mi también, pero en el transcurso me había dado cuenta que mi cabello se encontraba un poco más corto lo de costumbro llevarlo, así que sin más, tuve que cortarme por mi cuenta para que no estuviera dispareja, dejando los mechones largos del cabello en la basura, había buscado mi vestido favorito en el closet, pero no lo había encontrado, lo cual tuve que usar otro, la puerta principal sonó, y un "amor, ya llegue" se escucho como eco en toda la casa, me mire al espejo por última vez para tomar a Sebastián entre mis brazos y bajar las escaleras para llegar donde estaba Lionel, lo observe dejar su abrigo en una de los sofás que estaban ahí en el pasillo, se acercó a mí y me beso en los labios para después besar la frente de Sebastián.

—¿Cómo han estado? —preguntó Lionel, sonreí, aún estaba insegura con él, no podía olvidar aquella infidelidad que me había hecho, trataba pero no podía, y quizás si contaba aquello, personas me dirían que era exagerada, pero, yo no soy como mi hermana, quien personaba una, dos hasta más de cinco infidelidades, ya me había pasado una vez, y no quería que me pasara otra vez, Lionel camino hacia la habitación para tomarse un baño, mientras yo preparaba un biberon para Sebastián. Estaba intentando hacer que dejara el pecho, aunque a veces solo le daba para que durmiera, porque si no lo hacía, entonces nunca dormiría.

Escuche pasos detrás de mí cuando le di el biberon a Sebastián, di media vuelta encontrándome con Brahms, no debía estar aquí, Lionel ya había llegado, y si lo veía, y con máscara, él lo correría de la casa hasta llamaría a la policía, me acerque a él alarmada, mientras Sebastián quien bebía su biberon, levantó una de sus manos para que Brahms lo cargará.

—¿Qué demonios estas haciendo, Brahms? —pregunté, él me observo fijamente al rostro, parecía como si estuviera analizandome. Lo tomé de la camisa y comencé jalar hacia el salón donde estaba el piano, lo dejé adentro y cerré la puerta detrás de mi—. Brahms, Lionel ya llego. No debe verte, ¿quieres irte de la casa? —él negó con la cabeza para bajar la mirada, parecía un niño pequeño—. Brahms, mírame. Brahms dije que me mires —pero él no me miraba, me acerque a él y lo tomé del rostro, para que me mirara, aunque sólo tenía que levantarle la mirada por unos pequeños centímetros, ya que era demasiado pequeña de estatura para él—, yo no quiero que te vayas. Me traes compañía, y eso es muy importante para mí, porque me sentía sola, pero contigo no. Por favor, hazme caso y escondete.

𝐓𝐎𝐗𝐈𝐂 𝐏𝐎𝐒𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 || ʙʀᴀʜᴍꜱ ʜᴇᴇʟꜱʜɪʀᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora