Beso

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Alice P

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Alice P. O. V.

Entonces aquí estábamos todos, comiendo un pedazo de pastel, Abbey había dejado sus maletas en una habitación de huéspedes, mientras Brahms seguía comiendo pastel que él mismo había hecho, de hecho, todos estábamos comiendo el pastel que él había hecho, Celine hablaba con normalidad a Brahms contándole algunas cosas, algo que era confuso ya que sólo podía decir alguna que otra palabras y frases, pero no hablar con fluidez. Mientras mi hermana me miraba y me contaba sobre lo que Javier había hecho, ¿no lo dije antes? Odio con toda mi alma a Javier, en serio, ir por ahí coqueteando con toda mujer que se le ponga enfrente, hasta había hecho que una chica fuera a verlo a su casa, mientras mi hermana y su niña se quedarían con su suegra.

Algo descarado a mi parecer.

—Brahms, ¿y en qué trabajas? —preguntó mi hermana hacia Brahms quién volteo a verla confundido, me miró a mí y luego volvió su mirada hacia ella, estaba nerviosa, Brahms no tenía trabajo, para nada—. ¿O eres un mantenido?

Brahms negó rápidamente, observe a mí hermana, ¿qué rayos estaba haciendo? Mi madre no nos había criado para hablarle así a la gente.

—Bombero —dijo sin más que decir, mi hermana me miró con una sonrisa apenada, se estaba disculpando conmigo.

—Lo lamento, ¿por eso tienes eso? —preguntó mi hermana señalando la quemadura que tenía Brahms en el rostro, mire a Brahms quien asintió para mirarme a mi.

—Bueno, Brahms ya debe de irse —hable mientras me levantaba de mi lugar cargando a Sebastián, minutos atrás se había despertado, y le había dado un poco de betún del pastel—. Te acompañó a la puerta, Brahms. Abbey ve a descansar con Celine, tuvieron un largo viaje para llegar aquí. Así que vayan.

Mi hermana asintió para tomar la mano de Celine, quien se quejó porque no quería irse a dormir todavía, después de una discusión, mi hermana y mi sobrina se fueron, mire a Brahms, quien me observaba a mi todo el tiempo.

—Lionel no vendrá a dormir —comente hacia él, el me miró confundido, por fin podía ver sus expresiones. Y eso me alegraba demasiado—, Lionel y Abbey no pueden estar en la misma casa ni por cinco segundos. Así que no vendrá, y tendré que sacar la cuna de la habitación para llevarla a la mía, quería saber si me ayudabas. Ya sabes, como puedes entrar por... —no acabe de hablar, Brahms ya se encontraba moviendo el refrigerador dejándome ver la pared, removió la pared para poder entrar él, me miró—. Gracias, Brahms...

Y se fue. Levante todo y lo dejé en el fregadero para subir las escaleras, al llegar a la habitación, dejé a Sebastián en la cama con un muñeco suyo de trapo, el cual comenzó a jugar, entre a la habitación de estaba enfrente y comencé a empujar la cuna hacia mi habitación, era pesada, y casi no podía moverla, hasta que comenzó a moverse cuando yo ya ni empujaba, mire a mi lado y me encontré con él, quien estaba empujado la cuna con fuerza, parecía fácil lo que estaba haciendo. Cuando lo dejó a unos centímetros a lado de mi cama cerró la puerta de la habitación, le sonreí.

—Gracias Brahms, me ayudaste mucho hoy —comenté con una sonrisa pero él no dijo nada solo se me acercó—. Yo... Lo que paso en la tarde, antes de que llegará mi hermana, lo lamento mucho, no se porqué, fue un error...

Él se detuvo en su caminata para acercarse a mi. Me dolía decirle eso, yo no era de las mujeres o niñas que iban por ahí rompiéndole el corazón a niños o chicos, es más, ellos me los rompían a mi, y yo, al romperle el corazón a Brahms me hacia sentir mal, porque él estaba cuando yo me sentía sola, estuvo ahí para mi, me subía la autoestima, y, creo; no, no creo, estoy muy segura que estoy enamorada de él, ya había pasado todo un mes desde que lo había conocido, y aunque me asusto cuando lo vi por primera vez, se gano mi confianza, mi cariño y el de Sebastián y creo que eso es demasiado para enamorarme de él, baje la mirada, no lo quería ver, sintiendo un dolor en el pecho lleve mi mano hacia mi boca, comencé a solar sollozos mientras mis lagrimas salían, sentía millones de agujas en mi garganta por intentar detener el querer llorar. Me senté en la cama, y vi los pies de Brahms acercándose, solo quería que se fuera, no podía hacerle esto a Lionel, quizás él a mi si, pero yo no. No me gusta engañar a una persona. Sentí los brazos de Brahms rodearme, por fin tuve el valor de verle el rostro, parecía triste, preocupado y me dolía demasiado el saber que estaba así por mi.

—Estoy casada, Brahms —aclaré enseñándole el anillo que se encontraba en mi dedo anular, el tomo mi mano con delicadeza para quitar el anillo que tenía, entonces sin aviso, lo aventó al suelo, haciendo que este rebotara hasta perderle de vista.

—Alice, yo te amo... Quiero estar contigo, sea como sea... —habló él, voltee a verlo quitandole la mirada al suelo, él me miraba fijamente, él era tierno, amable, y todo un caballero—. No quiero que sufras, él te hace sufrir —y sin previo aviso me tomo de la nuca y junto nuestros labios. Correspondí el beso, era tibio y húmedo, él pidió permiso y yo accedí a que nuestras lenguas comenzara a tener un baile entre ellos, su mano que se encontraba cálida se poso en mi pierna, tome su camisa y lo pegue más a mí, provocando que nuestro calor corporal subiera con intensidad, comenzó a subir su mano para llegar a mi cadera; íbamos a seguir hasta que Sebastián nos hizo recordar que estaba en la misma habitación y cerca de nosotros, nos separamos para verlo, él aplaudía y reía, intento gatear hacia nosotros. Brahms lo tomó para cargarlo, los mire a ambos, parecían padre e hijo, Lionel apenas podía cargar a Sebastián, mientras Brahms cuando aparecía lo cargaba tanto como podía.

Me tenía que separar de Lionel, él me había engañado, y de seguro lo estaba haciendo todavía, por eso aveces llegaba tarde, o no se llevaba su uniforme del trabajo, aunque iba a necesitar buscar un trabajo, si es que quería una educación para Sebastián, comida para todos de la casa y pagar todos los gastos que hacemos y haríamos. Observe como Sebastián bostezaba y Brahms sonreía para él, me levante de la cama y arregle un poco mi cabello para caminar hacia ellos, tome a Sebastián y descubrí mi pecho para darle de comer, me encamine hacia la cama y me acosté en ella, voltee a ver a Brahms quien se acercaba lentamente para poder acostarse a mi lado y de Sebastián, tome su mano y le sonreí. Tenía que separarme, no puedo estar con una persona cuando amo y estoy enamorada de alguien más.





























































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¡NUEVO CAPÍTULO!

Espero que les haya gustado, no olviden votar y comentar, ah, y festejar porque Alice y Brahms ya se dieron su primer beso.

Pregunta para ustedes, ¿piensan que todo esto se va a descontrola? Ya saben, Brahms es un asesino serial, asesino a sus anteriores niñeras, y a Cole. Y Alice no sabe...

𝐓𝐎𝐗𝐈𝐂 𝐏𝐎𝐒𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 || ʙʀᴀʜᴍꜱ ʜᴇᴇʟꜱʜɪʀᴇDonde viven las historias. Descúbrelo ahora