006 ┃ blanco.

375 57 24
                                    

Fue muy mala idea pisar un parque de atracciones, y aún peor hacerlo con Dylan, que parecía tener una extraña inclinación hacia las más altas, rápidas y peligrosas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fue muy mala idea pisar un parque de atracciones, y aún peor hacerlo con Dylan, que parecía tener una extraña inclinación hacia las más altas, rápidas y peligrosas. Pero yo siempre había sido un hombre débil ante las cosas adorables, y en ese ámbito, para mi desgracia, Dyl encabezaba una larga historia.

—¡Ya empieza a moverse!

—...

—¡MIRA TOMMY, NOS MOVEMOS, ESTAMOS SUBIENDO!

—...

—¡TOOOMMYYY..!— se interrumpió al verme, bajando el tono y ladeando la cabeza con confusión, probablemente analizando la mueca de horror que tenía mi rostro. Había muchas cosas que me aterraban, y esa montaña rusa en la que estábamos subidos, era una de ellas—. ¿Tommy?

—¿Qu-Qué?

—¿Estás bien?

—Ajá— respondí apresuradamente, aún sin dejar de mirar hacia el frente, el estrecho carril que seguía ascendiendo ante nosotros, proporcionándome la información de hasta qué altura llegaríamos en el trasto ese. Una información absolutamente innecesaria.

—No tengas miedo, no va a pasar nada— añadió intentando tomar mi mano, pero le fue imposible ya que yo las tenía rodeando las asas del asiento con toda mi fuerza, parecía que las hubieran pegado con pegamento al metal. Ni de coña me soltaba—. A no ser que se suelten los asientos y salgamos disparados.

—...— le miré aterrorizado.

—Pero no creo que eso suceda.

—Es un alivio que lo digas— respondí entre dientes, intentando contener mis ganas de gritarle acusatoriamente ahí mismo, de hecharle en cara la culpa de mi posible futura muerte—. Mejor cállate.

—¿Quieres que te cante una nana?

—¿Para qué mierda iba a querer que me cantes una...

—¡MIRA, MIRA, TOMMY, YA CASI ESTAMOS POR LLEGAR A LA CIMA!— exclamó emocionado, interrumpiéndome y sobresaltándome. Yo cerré los ojos, queriendo salir de allí, implorando clemencia y llamando a mi madre mentalmente—. Tommy...

—...

—Tommy...— ahora volvía a susurrar, pero eso no conseguía que yo abriera los ojos. Solo quería que pasara rápido y bajar del cacharro cuanto antes.

—...

—Tommy tengo que decirte algo, mírame.

—Te escucho.

—Mírame...

Hice el enorme esfuerzo de mirarle solo por el tono en el que me lo pidió, porque me hice la imagen del puchero que debía estar poniendo y me venció. Ese gesto se había convertido en uno de mis favoritos del castaño, claro que después de su sonrisa.

COLORS  적응! ー dylmas. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora