VII

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¿Qué creen?

Ya pasaron varios días.

Digo varios porque no iba a mantener la cuenta, y ellos tampoco porque alguno de ellos se iba a volver loco si lo hacía.

Vicente ya se encontraba más tranquilo, pero siempre que encendía la televisión y veía las noticias donde se decía más de una vez que la cuarentena iba a durar de manera indefinida... él volvía al punto de inicio por unas horas.

Solomon, por el contrario, seguía manteniéndose calmado, además era él quien tenía que salir a comprar porque conocía lo suficiente a su pareja como para decir que se escaparía, o como lo define Vicente, una caminata matutina.

Hasta ahora solo han hecho cosas diarias, cocinar, leer, escuchar música, charlar... Juntos, no es que no lo hicieran antes pero por cuestiones de trabajo y cansancio, dejaron de hacerlo seguido.

Solomon se dio como meta hacer que Vicente lograra en su máximo esplendor el término de querencia.

Y al parecer, lo estaba logrando.

El arte de estar encerrados.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora