"No estoy loca, estoy enamorada" [GiyuuShino]

Capítulo II

La alumna de tercer año jamás creyó que seguir a su sensei implicaría caminar por tantas cuadras.
Ella hubiera ido en su vehículo, otras personas se hubieran movilizado en transporte público, pero él, el simplemente decidió caminar para acabar recorriendo la mitad de la ciudad. Mientras pudiera ahorrar el dinero que gastaría cancelando un pasaje lo haría.

Shinobu intentaba no alejarse mucho para no perderlo de vista, pero a la vez, no quería estar lo suficientemente cerca para que no le descubriera.

Aún así habían momentos en los que prefería acercarse bastante a él ya que transitaba por lo que seguramente eran atajos dentro la ciudad, pero correspondían a callejones que tenían una apariencia peligrosa.

Finalmente el hombre ingresó a una especie de cafetería. Nunca la había escuchado nombrar en su vida así que no debía ser muy sofisticada.

"¿Habrá quedado de verse con alguien? De ser así no creo que sea una reunión muy importante para venir hasta este lugar" pensó mientras miraba de forma despectiva por la ventana. No conseguía ver a su maestro por ningún lado.

Estuvo a punto de empujar la puerta para poder ingresar cuando sus pensamientos la detuvieron.
¿Qué se supone que estaba haciendo?

Quizás el hombre sólo había sentido hambre y aquel fue el primer lugar que encontró..

"Pero junto a la academia habían muy buenos lugares para comer"

Tal vez debía pasar a recoger algo..

"Dudo que de una cafetería tan vulgar salga algo bueno"

Entonces podría haber ido a reunirse con alguna persona..

"¿Y si tiene novia?"

- Shinobu que estas pensando.. - se llevó la mano a su cabeza y comenzó a alejarse del lugar para ir a casa - de seguro te afectó el tomar tanto sol al medio día -.

Se supone que se había alejado, de verdad no entendía en que momento había vuelto hasta aquella puerta abriéndola decididamente.

- Bienvenida - saludaba una señora de avanzada edad tras un mostrador junto a la puerta - puedes tomar asiento donde gustes.. -.

Sus ojos recorrían de forma veloz el lugar sin decir palabra alguna, la verdad, tenía un aspecto bastante acogedor.

Comenzó a caminar por entre las sillas y los comensales mientras su mirada aún analizaba todo el lugar sin tener resultados en la búsqueda de su maestro.

"¿Dónde estas...? ¿Dónde te has metido..?"

Sin más que ver de reojo, se sentó en un pequeño y acolchado sofá, una mesa para dos apegada a la pared, afirmó su cabeza en sus manos mientras seguía buscando aquella silueta. Pero nuevamente era en vano.

Estaba a punto de levantarse para abandonar aquel lugar cuando el mesero llegó junto a ella observando una pequeña libreta.

- Buenas tardes, ¿que desea servirse?-.

Aquella familiar voz le hizo subir su mirada, no podía creer lo que estaba viendo..

El hombre apartó la libreta para observar a la persona que guardaba silencio bajo ella. Sus ojos impactados lo dijeron todo al encontrarse con los de aquella chica que vestía ese característico uniforme.

"No puede ser.. De entre todos los lugares que estas personas tienen para comer.. ¿Que hace alguien como ella aquí?"

La chica que se encontraba a un nivel inferior que el por estar sentada lo analizaba detenidamente. Podía sentir como sus ojos le recorrían juzgando su traje, su delantal, su libreta y bandeja. Lo habían descubierto.