Capítulo III

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- Por favor, quédate un momento después de clases - le susurró intentando pasar inadvertido por los demás alumnos.

Ella no respondió, quizás para no llamar la atención de quienes se encontraban al rededor, pero con la mirada que le entregaba le dejaba en claro que así lo haría.

Tomioka no sabía si el tiempo de verdad estaba transcurriendo más lento de lo habitual o simplemente era la ansiedad que sentía la que le estaba desesperando.

Pero de una cosa estaba seguro, si ahora se encontraba tranquilamente sentado en aquel asiento frente a la clase no se debía a nadie más ni a nadie menos que a Shinobu Kochou, aquella alumna que sorpresivamente se colaba entre sus pensamientos cada día.

Lo que él no sabía es que la razón por la que tanto se la topaba era porque aquella chica le seguía... Y es que cuando haces un estudio observacional necesitas mantener vigilado al objeto en cuestión.
Este nuevo proyecto personal en el que estaba trabajando ella era simplemente para descifrar que era lo que sentía por aquel sujeto, porque sinceramente, no encontraba ninguna respuesta.

Desde ese día en el armario de deportes Shinobu no podía quitar a su maestro de su cabeza. Por las noches despertaba empapada en sudor, sobresaltada, recordando pequeñas imágenes de unos atrevidos sueños que no debería tener con aquel hombre.

Por más que lo intentaba no lograba dejar de pensar en el, ni de seguirle para conseguir respuestas, adoraba ver su misterioso rostro, preguntarse que podría estar pensando con aquella inexpresiva faceta. Se preocupaba por su alimentación, siempre le veía desaparecer en horario de almuerzo. Y de vez en cuando, los días que sentía que no lo había estudiado lo suficiente, lo seguía en secreto camino a su trabajo.

Creía estar enloqueciendo. Obsesionandose. Se preguntaba por qué motivo no podía quitarle la vista de encima.

Y ahora, sentada en su puesto en medio del salón, se cuestionaba el porqué había hecho lo que acababa de hacer.

"Quizás.. Al escuchar su historia de los labios de aquella mujer me ha nacido el instinto de querer protegerlo, como sucedió con Mitsuri-chan.."

Necesitaba encontrar una razón lógica para lo que estaba sintiendo, pero le era difícil ya que jamás había experimentado algo igual con lo cual compararlo.

"Pero no me paso todo el día buscando la mirada de ella.."

-Shinobu-chan.. Ne, Shinobu-chan - justo la susodicha habia comenzado a hablarle - últimamente estas muy distraída... Además - se acercó a ella para hablarle bajo - llevas un par de minutos mirando fijamente al sensei, hasta él ya se ha puesto incómodo - dijo señalando con su dedo al hombre que ocultaba su rostro tras sus manos.

Y es que Giyuu, quien se encontraba sentado apoyando sus codos en el mesón que había delante de él, pudo notar como aquellos ojos violáceos no se le quitaban de encima, por lo que cruzó sus manos y apoyó su cabeza para quedar mirando hacia abajo.

Se sentía completamente cohibido.

-Sumimasen Mitsuri-chan - dijo intentando ocultar un poco su leve sonrojo - últimamente estoy divagando mucho en mis pensamientos.. -.

- Estas un poco irreconocible.. Lo que pasó hace unos minutos realmente me sorprendió - Kanroji tenía una teoría y estaba muy emocionada - tu siempre solías ser indiferente ante estas situaciones pero hoy te viste como todo un caballero en tu noble corcel cabalgando en rescate del pobre sensei.. -.

- Ne~ Mitsuri-chan.. Yo creo que has visto muchas de esas películas cursis que te gustan - Shinobu estaba completamente sonrojada lo cual provocó tiernas risas en su amiga

"No estoy loca, estoy enamorada" [GiyuuShino] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora