"No estoy loca, estoy enamorada" [GiyuuShino]

Capítulo XIII

En medio de aquel desolado salón perteneciente al antiguo edificio Shinobu y Giyuu yacían sentados en el piso pensando en lo que acababa de suceder, ahora ya un poco más calmados.

- Sólo es amigable ¿Ne~ Tomioka-san? - le dijo de forma sarcástica la muchacha.

- Yo... Jamás creí que ella haría algo como esto Kochou - con suavidad acariciaba los cabellos de la chica que estaba entre sus brazos mientras afirmaba su cabeza contra la pared.

- Diría que tus gustos son raros pero eso me perjudicaría de igual forma -.

Finalmente ambos dejaban escapar una pequeña risa.

- ¿Por qué nunca habíamos venido hasta acá? - preguntó curioso Giyuu - recorrí casi todos los salones y no habían alumnos -.

- Porque me trae malos recuerdos - sus ojos brillaban amenazando con llorar por el simple hecho de pensar en ello - en este edificio cursé la primaria Giyuu-San -.

El silencio se apoderó de ambos. El maestro no quería tocar más aquel tema. Con delicadeza besó la frente de la estudiante.

- Supongo que hoy se ha sumado otro mal recuerdo... -.

"Yo no estaría tan segura de ello"

- Ara~ no seas tan negativo, hemos colocado a Daki en su lugar, o eso creo.. - sonrió correspondiendo con caricias en su rostro la muestra de afecto que había recibido.

Estaba tan relajada en los brazos del hombre que amaba que casi estuvo a punto de olvidarlo. Tenía que abandonar la academia rápidamente.

- G..Giyuu-San yo, n-no me siento bien - susurró dejando caer su brazo como si no tuviera fuerzas - creo que el resfrío se me está agravando -.

- ¿Quieres que te lleve a la enfermería con Tamayo-Sama? - sugirió preocupado.

- ¡No! - dijo en un tono demasiado elevado que tuvo que cambiar rápidamente - si hacemos eso notificarán a mi hogar y será muy humillante cuando a mi familia no le importe.

Tomioka observaba a la chica entre sus brazos pensando en la solución correcta para este caso.

- ¿Estará bien que nos retiremos? Ya hemos faltado mucho a clases... -.

- Por favor ve conmigo... No quiero estar sola -.

La tonalidad de las palabras en la última frase fue tan melancólica que Giyuu simplemente no pudo resistirse. En cosa de minutos ya se encontraban a la vuelta de una esquina fuera del establecimiento listos para marcharse, solo faltaba que el chófer llegara hasta donde ellos se encontraban.

- ¿Una ambulancia? - Tomioka se asomaba lentamente a la esquina para comprobar el porqué un vehículo como aquel estaba llegando a la academia - ¿Habrá pasado algo en la clase de deportes? -.

Sólo un golpe contra el piso le hizo voltear. Kochou estaba recostada en posición fetal, bañada en sudor pero a la vez tiritando y su respiración estaba agitada... Demasiado agitada.

- ¡Kochou! - gritó acercándose a ella - ¿Qué está pasando? -.

Pero esta no respondía. De no haber estado sonando la sirena de aquel especial vehículo a unos metros de ellos habría sido capaz de escuchar los rápidos latidos del corazón de la estudiante.

"Maldita perra, ella lo notó... Ahora entiendo todo".

- ¡KOCHOU! ¡KOCHOU! -.

La chica podía sentir como en forma desesperada Giyuu daba pequeños golpes en sus mejillas pero esta apenas podía reaccionar.

El maestro no sabía que hacer. Si bien podía correr de vuelta a donde estaba la ambulancia para solicitar ayuda ¿Pero como justificaba el hecho de estar con una alumna en aquel lugar?