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¿Te han roto el corazón alguna vez?

Creo que puedo decir que nunca me han roto el corazón, alguna vez lo habré pensado pero después me doy cuenta de que no, nunca me han roto el corazón.
Me lo he roto yo.
Me he roto el corazón esperando que una persona cambiara; dando segundas, terceras y decimonovenas oportunidades a la gente.
Me he roto el corazón esperando que esas personas hicieran lo mismo que yo habría hecho, esperando que ellos me volvieran a dar otra oportunidad a mí porque creía que, después de haber perdonado yo cosas que son imperdonables, al mínimo fallo que yo tuviese se me perdonaría también.
Me lo he roto creándome ilusiones; llorando cada día por todas las cosas que no había dicho en el momento que debía haberlo hecho.
Por lo poco que me quería, por el daño que me hacía a mí misma, por no ver más allá, por no darme cuenta de que las tormentas acaban pasando, por consumirme y no saber salir de todo aquello.
Me he roto el corazón mientras sonreía cuando lo único que quería hacer era llorar; cuando veía que las personas que estaban alrededor estaban mal porque yo no estaba bien y porque no sabían cómo ayudarme y yo tampoco tenía respuestas; cuando lo único que quería era desaparecer porque pensaba que todo estaría mejor sin mí; por entrar en bucle una y otra vez.
Me he roto el corazón viendo cómo personas que realmente me importaban y quería se marchaban de mi vida sin luchar por mí, sin despedirse, sin dar ninguna explicación o sin dejar que yo me explicase.
Me he roto el corazón viendo que de ser tan buena parecía tonta y que aunque alguien me hubiese causado mucho mal, aunque fuese un falso, siempre estaré ahí porque así soy yo y por mucho que me duela prefiero tener yo el corazón roto en mil pedazos que ver a alguien a quien he querido con todo mi corazón y a los que amo con el corazón roto.
Y me lo he roto viendo el poco amor propio que creía tener cuando en realidad me amo tal y como soy simplemente porque me decían que me vacilaban, que jugaban conmigo.

Así que sí, me he roto el corazón mil veces y lamentablemente me lo seguiré rompiendo.