Joshua

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No había podido de dejar de pensar en él, hoy me tocaba guardia, así que después de cantar un par de canciones a los pequeños, y acostarlos en la cama, había regresado a mi oficina,eran aproximadamente las 10 de la noche, en mi escritorio había documentos de pacientes, mi computadora prendida y no podía faltar una taza de café, amargo, caliente, deliciosos.

El único ruido audible en la habitación era el del teclado, cuando lo presionaba para escribir el reporte. La noche era tranquila, Kyu no estaba de guardia hoy conmigo, pero antes de irse había pasado a dejarme mi café. ¿Como fue que Kyuhyun represento algo mas que un amigo, algo mas que Fernando, pero sin ser lo que había sido Fernando? , porque con Cho nunca había pasado nada, era pura amistad.

A ser verdad no lo sabia, solo se que un día él llego a mi vida, se instaló y nunca mas salio. No soy estúpido, se perfectamente los sentimientos que mi Gamer tiene por mi, pero no puedo corresponderlo, no quiero corresponderle, no quiero arruinarlo todo como siempre.

...Ring, Ring... Suena el teléfono sobre mi escritorio.

-Consultorio del Doctor Taylor.-Contesto yo mismo, ya que mi secretaria no se queda a guardias conmigo, lógicamente.

-Agustín.-Saludo la por demás eufórica voz del teléfono.

-Fernz.-No tuve ni que preguntar quien era, el único que me hablaba era él, pues los demás se habían rendido después deque rechazara sus llamadas por meses, Fernz fue el único que insistió por un año entero, le estaba agradecido, agradecido porno haberme dejado solo.

-¿Como estas?.-Pregunta, sonrió, su voz sigue siendo una de las cosas que mas me tranquiliza.

-Bien, ya sabes, lo mismo de siempre, y tu ¿como has estado?.-Suspira, un suspiro que pareció lleno de pesar.

-Bien.-Contesta algo dudoso.- Es solo que, ya han pasado muchos años ¿no crees?

-Si, han pasado mucho.-Sabia por donde iba el tema, y como no queria regresar a México, opte por decirle una pequeña mentira.- Me tengo que ir, me solicitan, pero estamos en contacto.

-No soy ningún estúpido Agus, pero bueno, no hablaba para eso, hablaba para decirte que te extrañamos.-Podía jurar que en su rostro había una sonrisa, forzada pero sonrisa.

-Yo igual los extraño, hablamos luego.-Y colgué.

Me recargue en el respaldo de la silla, puse mis manos sobre mi frente y suspire. Que había hecho de mi vida?

No estaba de ánimos para pensar en ello, la llamada de Fernando me dejo un poco pensativo, si bien sabia que Luis yano me pensaba, que ya no me quería, tenia miedo, solo por eso no había regresado a México en todo este tiempo, por miedo de verlo feliz, feliz sin mi.

-A la mierda...- dije parándome de la silla, el café ya no seria suficiente para relajarme de una jornada larga y por demás pesada.

Salí de mi consultorio, el hospital tenia un área verde con bancas para los familiares que esperaban meses enteros a sus parientes internados, era un lugar muy bonito, así que con un cigarro en mano fui hasta ese lugar. Nunca fui amante de la naturaleza, y ala fecha sigo sin serlo, pero prefiero un poco de aire fresco a el ambiente hostil del hospital.

Recorro un sendero que tiene a los lados muchos árboles, si mi reloj biológico no falla, han de ser las 11 de la noche. Camino hasta el lugar desierto donde están las bancas, de noche este lugar muestra un paisaje increíble, solitario, ideal para alguien como yo.

-...No era lo suficiente ser el último hombre que ella haya besado. Quería ser el último que ella amara. Y sabía que no lo era. Lo sabía, y la odiaba por ello...-Escuche una voz, era una voz grave, pero con tonos suaves, algo que jamas había oído.Enfoque mi vista lo mejor que pude, y en la banca mas lejana pude distinguir una silueta, si mi vista no me fallaba era el mismo muchacho que había estado tocando en la tarde para los niños. Pensé en dejarle solo, pero mi cuerpo reaccionó solo,cuando me di cuenta ya estaba caminando en dirección a él.Mientras mas me acercaba mas podía distinguirlo, no había duda alguna, era él, llevaba puesto un conjunto deportivo color gris, estaba agachado leyendo, en una mano sostenía su cuaderno y en la otra jugueteaba con un cigarrillo apagado.

-Hola- Me atreví a saludar.

Él levanto la vista, sonrió y contesto-Hola.

Se movió un poco dando espacio para que yo me sentara.

Tome asiento y saque de mi bolsillo el cigarro y el encendedor,encendí mi cigarro e hice señas para encender el cigarro del joven, pero con un movimiento de cabeza lo rechazó.

Estaba sentado a lado de él simplemente en silencio, un silencio reconfortante, un silencio que tenia tiempo sin experimentar,daba bocanadas al cigarro sin dejar de ver el cielo estrellado, y de vez en cuando viéndolo a él.

-Que haces aquí?- Pregunte después de un rato en silencio-Ya es muy tarde.

-Es el único lugar tranquilo, ademas no es como si tuviera otro sitio a donde ir.- Contesto con mas sinceridad de la que pensaba.

Me quede callado, no sabia que responder. Él joven cerro su cuaderno, estiró sus brazos hacia arriba, dejando ver lo esbelta que era su figura, movió su cuello para relajarse, lo se porque lo mismo hacia yo cuando estaba estresado.

-Me tengo que ir.- Me informó, como si me debiera explicaciones, sonreí discretamente, tal vez su actitud relajada me desconcertaba porque hacia mucho que no conocía a alguien así.-Mi mama debe estar preocupada.

Entonces lo supe, el estaba aquí, en este hospital por su mama,por un momento sentí tristeza, pero me deshice rápido de esos sentimientos, era doctor, con profesionalismo, y aunque era un novato, sabia que no debía verme envuelto en los sentimientos de los parientes, pero ese chico me causaba ese tipo de cosas.

-Que se recupere.-Dije mas como persona que como doctor, élme observo con gesto de interrogación, y después como,si lo hubiera entendido, sonrió.

-Gracias.- Y dio media vuelta.

-Espera.- Me sorprendí a mi mismo, no quería dejar que se marchara, pero no tenia opción.-Como te llamas?.- Pregunte dándome cuenta que no lo conocía, él giro solo el rostro.

-Joshua.- Contestó moviendo la mano en señal de despedida.-Hasta luego.

Sonreí, Joshua, ese era su nombre, y no me había dicho adiós,sino hasta luego, eso significaba que nos volveríamos a ver...

-En verdad quiero volverte a ver...- Susurre al viento.






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El novio de mi hermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora