Un pequeño mundo

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Un problema menos, eso era lo que tenía luego de hablar con mi coreano preferido, las cosas se habían solucionado, agradezco el hecho de que Kyu respete mi espacio, no me pregunto ni por Joshua ni por la repentina aparición de mis parientes.

Conserve la llave de su casa, pero él no quiso de regreso la mía, dijo que aun había "heridas que sanar", lo entendí y no insistí más en el asunto.

Pero ahí no acababan mis problemas, aun tenía algo que hacer. Debía arreglar las cosas con Joshua, pero no sabía si era momento, él era un chico muy temperamental y voluble, no sabría como manejarlo, me debería estar odiando, y no lo culpo

.La verdad es que lo que necesito es dejar ir a Luis, cerrar ese ciclo que quedo pendiente.

Tal vez Joshua no sea el amor de mi vida, ni siquiera sea la persona con la que quiera llevar una relación "al siguiente nivel",pero no podía seguir viviendo así. No podía seguir esperando algo que no iba a llegar, ni amando a alguien que probablemente ya me ha dejado de amar e incluso olvidado.

No podía seguir enamorado de un recuerdo, de un amor pasado,debía soltar, liberarme y sobre todo debía de darme la oportunidad de volver a amar, de volver a sentir, de volver a vivir completamente, sin mediocridades, sin nada que me ate.

-Buenas noches.- Saludo una voz femenina a mis espaldas.

-Hola preciosa.- Salude, sin siquiera voltear.

-Te ves muy pensativo.- dijo Citla mientras se sentaba en la silla de la terraza.- ¿Algo salió mal con Kyu?

-No.- conteste- ¿Quieres?- Le ofrecí un poco de jugo de naranja.

-¿Jugo de naranja en la noche?- Pregunto haciendo una mueca que me provoco una sonrisa.

-Es saludable a todas horas del día.- Respondí

-Sabes que no puedes seguir evadiendo mis preguntas, soy tu hermana Agustín siempre estaré ahí para ti, te ayudare y te apoyare siempre- Citla tomo mi mano y me miro directo a los ojos, tenia una mirada nueva para mi.- Ya no soy una niña. 

-Lo sé.- Correspondí su toque y coloque mi mano encima de la suya.- Tengo claro que ya no eres una niña, es solo que he estado solo tanto tiempo, he afrontado mis problemas solo por muchos años, ahora tener a alguien a mi lado, alguien con quien puedo ser sincero me es extraño.

Citla no dijo nada más, solo se levanto de su asiento y me abrazo.

-Bonita noche.- Se despidió mientras me daba un beso en la cabeza.

-Gracias.

Solté un suspiro largo, tenia mucha tensión acumulada. Mis días no estaban siendo nada fáciles.

Me acosté a dormir, deseando que como por arte de magia todo volviera a ser como era años atrás.

En la mañana mi despertador sonó, y por despertador me refiero a la llamada que Kyu suele hacerme para decirme que es hora de levantarme.

-Ya es hora de levantarte.- Dijo en cuanto conteste la llamada.

-Ya estaba levantado.- Mentí

-Si claro, seguramente ya hasta corriste siete kilómetros.- A través de la bocina se escucho una risa.- ¿O me equivoco?

-Tu nunca te equivocas.- sonreí al teléfono.Intentaba abrir los ojos, pero la verdad es que estaba muy cansado.

-Mira tienes dos opciones.- Me quede callado, ¿ahora de que hablaba?- Te levantas ya y te vienes en TU auto o...

-O... no hace falta que me digas más, ahora si ya me levante.-dije parándome inmediatamente de la cama, no necesita escuchar la otra opción era claro que diría algo como, "O yo paso por ti". No estaba listo para montar a un animal de acero.

El novio de mi hermanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora