El sol entraba de lleno por la ventana, no quería despertar pero tenia ensayo con testosterona, no había manera de que faltara, a menos claro que no valorara mi vida, estaba seguro que si no iba terminaría Zaira azotándome con lo primero que encontrara.
-Tiin.-Hablo mi hermana entrando a mi cuarto. No conteste, solo me removí debajo de las cobijas.- Despierta para que desayunemos, tengo que hablar contigo.
Era raro que Citla quisiera hablar conmigo, después de todo desde que empezó su relación con Fernando no me consultaba nada.
-Esta bien.-Conteste, de todas formas tenía que despertarme y desayunar.-Ahorita bajo.
Ella salio de mi habitación, tarde unos minutos para abrir lo ojos sin que se volvieran a cerrar, me levante y me puse una camisa para bajar a desayunar, ya terminando de desayunar me bañaría.
-Horrenda.-Dije agitando el cabello de mi hermana.
-Tu muy guapo.-Contesto sacándome la lengua, mientras Lupe nos servia el desayuno.
-Claro.-Sonreí como comercial de una pasta de dientes, mi Citla solo sonrió y agacho la mirada divertida.- ¿Que querias hablar? renacuaja.
-El cumpleaños de TU renacuajo es el 30 dentro de una semana.-Me sorprendí, no lo sabía.- Jaja lo se no estabas ni enterado.
La mire con molestia, ¿por que ella si lo sabía y yo no?.
-No lo se, no se que darle.-Dije introduciendo el primer bocado de comida a mi boca.-Tal vez... no tengo idea, por Dios Citla sabes que soy pésimo con los regalos.-Conteste molesto aunque no sabía la razón de mi molestia.
-Lo sabía pero es tu novio, tienes que darle un regalo que escojas tu...-Se callo mientras tomaba jugo.- Ademas.-Continuo depositando el vaso en la mesa.- no significaría nada el regalo si no se lo das de corazon.
-Espera.-Apenas caía en cuenta.- ¿Cuando dijiste que era su cumpleaños?
Citla me miró confundida.-El 30 de julio.-Contesto nerviosa.
-Mierda.-Conteste levantándome de la silla. Citla y Lupe me vieron sorprendidas.
-¿Que..que pasa?.-Balbuceo mi hermana.
-Ese día llega la carta de Harvard..-Conteste dejándome caer de nuevo en la silla.
-Aun no se lo dices..-Mas que pregunta fue una afirmación de la renacuaja. No tenia palabras asi que solo me limite a negar con un movimiento de cabeza.
¿Que podía ser peor?, ya nada. El regalo de mi pequeño podría ser el inicio de nuestra despedida.
-Tiin.-Dijo mi hermana con un deje de nostalgia en su voz.
Sonreí como pude.-Esta bien.-Conteste, quería darme ánimos a mi mismo aunque suene ridículo.- Todo tiene solución.
-¿Y que harás?.-Pregunto intrigada.-Yo se mejor que nadie que tu sueño es estudiar medicina en Harvard, ¿lo dejaras de lado?
Era verdad, Harvard había sido mi sueño, pero amo tanto a Luis que podría dudar, es mas podria estudiar en una escuela de México, despues de todo no son malas, es solo que Harvard es mejor.
-Hablare con él.- Estoy seguro que él lo entenderá, y podremos planear algo, no se aunque que, pero se que sea lo que sea funcionara por que nos amamos.
Terminamos de desayunar sin mas conversación, bastantes cosas tenia que pensar, no me apetecía para nada ir a ensayar pero una promesa era una promesa, jamas abandonaría a mis amigos.
Me metí a bañar, y minutos despues ya estaba listo para ir a la casa de Zaira, no queria ver a Luis, no tenia cara para hacerlo, me era imposible verle cuando sabia que le estaba ocultando cosas.
"Lo siento hoy no podre verte" Le puse en un mensaje.
Sali de mi casa conduciria directo a casa de mi amiga, sin parar siquiera a pensar en ir a la casa de aquel niño, acababa de arrancar el coche cuando vibro mi celular.
"Esta bien, sea lo que sea que tengas que hacer, suerte...Te amo" conteso, guarde el celular de verdad me sentia mal, pero ahora no habia vuelta de hoja, aceptaria lo que venia como fuera, si Harvard me daba una oportunidad la aceptaria, aunque en el fondo de mi corazon estoy esperando que me nieguen la posibilidad de entrar.
Llegue a la casa de Zaira, intente poner mi mejor cara, aunque ¿a quien queria engañar?, pusiera la cara que pusiera ellos lo notarían y empezarían a bombardear con preguntas, suspire, no quería tener esa conversacion aun, sentia que mientras mas aplazara la conversación mayor tiempo pasaría a lado de todos, pero eso no era asi, aunque yo aplazara las cosas, el tiempo jamas se detendrían el seguiria su curso.
-Hola.-Dije entrando a la cochera donde ensayabamos.
-Hola...¿Agustin?.- Dijo Zaira corriendo a mi lado.
-¿Que pasa?..-Conteste aun sabiendo la respuesta.-Si no ee llegado tarde,no te enojes.-Sonrei aunque esta sonrisa no mostraba ni una gota de felicidad.
-¿Tiin?.-Pregunto Fernando acercandose a mi y abrazandome, intente safarme de su abrazo pero fue imposible, me tenia bien agarrado, no queria ese abrazo.
-Fernando..-Dije apenas en un susurro.
-Agustin.-Contesto serio, sin soltarme, fue entonces cuando no pude mas y me deje caer de rodilla a el piso, el impacto no fue duro ya que Fernz se dejo caer conmigo, estaba de rodillas, Fernando me abrazaba y yo lloraba, no podia contener las lagrimas, ¿por que la vida no era justa?, ya sabia yo que todo en esta vida necesita un equilibrio, que no puede ser todo blanco ni todo negro, sabia que en un momento pagaria por toda la felicidad que habia vivido en tan solo mes y medio, sabia que sufriria pero jamas imagine que sufriria tanto, me dolia en el alma, me dolia el solo hecho de imaginar a Luis lejos de mi, dolia el simple pensamiento de soledad, asi seria como me sentiria sin mi Cincuenta personalidades, en muy poco tiempo me habia enamorado de algo que no podia ser, de algo que terminaria por culpa de la distancia.
-Mierda..-Empeze a gritar, necesitaba sacarlo todo.-Fernando ¿por que?...¿por que?.-Le preguntaba una y otra vez.
-Calmate Agustin, aun no tienes esa carta, y aunque te llegue aun tienes seis meses a su lado, en vez de llorar aprovechalos...-Mis oidos se cerraban a ideas positivas, la verdad era una terminariamos separados, no habria mas.
-Tu que sabes, tu no te separas de ella.-Dije con cierto enojo, ,los envidiaba, ellos si permanecerian juntos.
-AGUSTIN!!.-Grito Fernando, yo levante la vista, ahi en el garage solo estabamos el y yo, ni siquiera note el momento en el que se habian ido los demas.- Deja de joder con estupideces, ¿Eso es todo lo que haras?.-Pregunto visiblemente enojado.- Te dedicaras a llorar seis meses, eres patetico, el Agustin que yo conoci no se rendiria por nada.
Deje de llorar, era verdad, no tenia aun la carta y aunque la tuviera no era razon para llorar tenia seis meses aun a su lado, aun habia mochas cosas que podriamos disfrutar, pero me temia su reaccion, mas que nada en el mundo me preocupaba como reaccionaria.
-Acompañame..-Dije sin pensar, Fernando me vio.-Es el cumpleaños de él dentro de unos dias, quiero comprarle el mejor regalo.
-Vamos.-Sonrio, me daba confianza cada que sonreia asi.- Chicos, ensayamos otro dia, nos vamos.-Los chicos contestaron de donde queira que estuviera un simple "esta bien".
Subimos a mi coche y conduje directo a la plaza, ahi habia un monton de cosas que comprar, pero no tenia idea ni que comprar.
-Llegamos.-Anuncio Fernando, por que apesar de ser yo quien conducia iba pensando en otras cosas, me estacione, y bajamos del carro.-¿Que le regalaras?.-Pregunto, él si sabia que era pesimo con los regalos.
-No lo se, algo que..-Tenia una idea pero no sabia explicarla.-No se, pero sera dificil.
Fernz sonrió, reconocia que era cierto, seria dificil encontrar el regalo.- Pues el regalo de mi cumpleaños me gusto.-Dijo con una sonrisa, ese dia le habia dado dos regalos, aunque la noche llena de placer y lujuria no habia salido como lo habia planeado, y la sudadera la habia escogido Luis.-¿Que pasa con mi regalo?.-Pregunto cuando vio el sin fin de muecas que hice.
-Nada...-Conteste, pero me dedico una mirada amenazadora.- El regalo ese dia lo escogio Luis.
-Sabia que tu no podrias dar un regalo como ese.-Y volvio a sonrei, pense que se molestaria, pero no fue, pusimos direccion a los locales, pero no encontraba nada.
-Este?.-Pregunto Fernando por enesima vez, ya habia perdido la cuenta de las veces que habia preguntado.
-No.-Conteste era un juguete, solo sonrio.
Queria algo especial, pero no sabia que era ese algo especial que buscaba.
-Voy a comprar un agua..-Dijo Fernando, llevabamos mucho dando vueltas.- ¿Quieres algo?.
-No gracias.-Sonrei, y segui caminando, hasta que encontre un local bastante llamativo, vendian de todo.
Entre a el local, en el mostrador habia un anciano, estaba leyendo un libro, no me presto atencion asi que recorri el lugar, y ahi vi algo que seria perfecto, aunque ese era solo parte de lo que queria.
-Señor, me vende este.-Dije tomando el objeto de donde estaba y llevandolo a el mostrador.
-Claro joven.-El señor lo envolvio y yo segui buscando el regalo especial.
-Si no es entromición, ¿Que busca?.-Pregunto curioso de que diera vueltas como leon enjaulado en el local.
-Algo especial para regalar.
-Ya veo y ¿el motivo?, si me lo dice tal vez pueda ayudarle.-Contesto amable el señor.
-Vera...-Y como si fuera cosa de nada le empece a contar a el señor mi historia, pense que por su edad lo tomaria a mal, pero no fue asi, solo sonrio y se dirigio a la parte trasera del almacen.
Espere durante no se cuanto tiempo, hasta que el señor aparecio con una caja de plata, segun pude apreciar, la abrio y me enseño lo que contenia la caja, era perfecto, exactamente lo que buscaba.
-Este es un regalo de mi parte.-Contesto el anciano.
Negué con la cabeza, jamas permitiria que me lo diera gratis.
-Escucha.-Dijo antes de que yo hablara.- Este fue hecho por un artesano hace unos siglos, solo hay dos en existencia, jamas podria cobrartelo,es un articulo que no tiene precio, tomalo como un regalo, se que tu y ese joven afrontaran todo.
No, no y no, simplemente no aceptaria que me lo regalaran.
-Pero señor, tengo suficiente dinero.-En realidad mis padres son los del dinero.-Puedo pagarselo, estoy seguro.
-¿Que precio le pondria tu a Luis?.-Me dejo callado, empezaba a entender el punto, pero aun asi,no podia.-No puedes verdad.-Dijo el anciano.-Es lo mismo que pasa con esto.
-No puedo ponerle precio, pero jamas lo regalaria.-Conteste.
-Son cosas distintas, e iguales a la vez, esto que te doy, para mi no significa nada, pero para ti y para él en el futuro lo significara todo.-Suspire, ese anciano era percistente. Le dio la vuelta a el objeto que me enseñaba.-Esto.-Dijo señalando algo que haba escrito.- Te unira a él.- No entendia lo que decia, ni identificaba que clase de idioma seria, pero ese era el regalo especial que buscaba.
-Esta bien, pero el otro si me lo cobra.-El señor sonrio, y me cobro el primer regalo que le habia dado.
-Suerte joven, le esperan tiempos dificiles..-Dijo como despedida cuando yo salia del local.
Camine con la bolsa en mi mano, ahora tenia que buscar a Fernando.
-Te encontre..-Dijo Fernz caminando de lo mas tranquilo por la plaza.
-Ya lo encontre.-Sonrei.
-¿Que es?.-Pregunto intentando ver dentro de la bolsa pero no lo dejaria.
-S-O-R-P-R-E-S-A.-Dije con tono infantil. el hizo pucheros pero ya no dijo nada, es mas hasta se veia contento.
-Nos vamos.-Asenti con la cabeza y caminamos de regreso a el estacionamiento.
Conduci a la casa de Fernando, lo deje en la entrada y asomandose por la ventana como siempre sonrio y dijo:
-Me alegro que este mejor.-Y se dirijo a su casa.
-Gracias.-Conteste aunque no estoy seguro de si me escucho o no.
Regrese a mi casa, necesitaba descansar, el anciano lo dijo y yo lo sabia, me esperaban tiempos dificiles.
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El novio de mi hermana
Roman pour AdolescentsShota Adulto x Niño Agustin es un joven como cualquier otro de 20 años, tiene una familia maravillosa y amigos muy bueno, incluso tiene una relación (Nada formal) con uno de ellos. Tiene una banda de música #TESTOSTERONA#, nombre ridículo pero tiene...