"Él merece ser feliz"; esa frase seguía rodando mi mente, ¿tanto había sufrido en estos años?, la verdad es que nunca le pregunte a Luis como había sido su vida ese tiempo, aparte claro, de la muerte de su padre, para mí fue un tormento vivir alejado de él,pero me mantenía fuerte creyendo que él era feliz, que mi decisión había sido la correcta, por eso no tenía el valor de preguntarle, porque si él decía que no había sido ni medianamente feliz lejos de mí, yo me arrepentiría de todo, de mi carrera, de mi nueva vida y de la estupidez que cometí al alejarme sin dar la cara, opacado por la sombra del apellido Taylor.
-Por fin tenemos el día libre.- Sonrió Luis acercándose a mí. Eracierto por fin después de que supe que era él Luis teníamos nuestro primer día libre, si necesidad de regresar al hospital.
-Cierto.- Sonreí dejando de lado la pregunta que azotaba mi cabeza.- ¿Todo está bien con tu mama?
-Ella estará bien...-Hizo una pausa.- Con el tiempo ella estará bien ¿Cierto?- Volteó a verme, era un mirada triste, como si supiera que nada estaría bien, pero aun así dándose ánimos para soportar la difícil carga de ver morir a su madre.
Mis padres siempre dicen: "Los padres nunca debería enterrar a sus hijos", era el ciclo de vida, era lo natural y, hasta cierto punto, lo normal.
-Todo estará bien.- Dije más como médico, entrenado, frió y sin involucrarme emocionalmente como dice la ética.- El hospital hace cuanto hace posible para que tu mamá este bien.
Por un instante de su boca salió un sonido que no escuchaba hacia años, era algo similar a una risa.
-Mentiroso.- Sonrió.- Eso se lo dices a todos los familiares de tus pacientes.
Era cierto, era lo que yo siempre decía, aun cuando sabía la terrible verdad que le esperaba a los familiares.
-Yo quiero a tu mamá, le agradezco muchas cosas que hizo en el pasado, es obvio que estoy igual que tú, digo lo que sé porque para eso me "entrenaron".-respondí aun sentado en la banca y con la cabeza viendo al cielo.
-Tu... ¿Crees que el cielo existe?- Iba a contestar pero no me dio tiempo.- Bueno, eso no importa, creo que cuando uno muere no hay nada más, todo termina, la muerte es solo dolor para aquellos que quedan vivos.
-Luis...-Murmure su nombre volteándolo a ver. No sabía que decir, como médico si sabía que decir, como su novio no tenía ni idea de que era lo correcto.
-No hay que ponernos sentimentales.- Sonrió dándome un pequeño beso en los labios, era un simple rose que me tranquilizaba.
-Tienes que tomar más agua.- Le hice una broma.
-¿Mis labios resecos te molestan?- Estaba serio, como si mi comentario le hubiera afectado.
-No, yo...- Me quede callado, no pensé que un simple comentario pudiera afectarle tanto.
-Broma.- Me contesto sacándome la lengua.- Es para que nunca más vuelvas a quejarte de mis labios.
-Jamás me quejaría de tus labios, no sabes cómo los extrañe todo este tiempo.- Lo abrace tan fuerte como pude, note que su complexión era bastante delgada, no lo había notado porque vestía ropa holgada que lo hacía ver ligeramente más robusto delo que en realidad era.
Era extraño, a decir verdad cuando era un niño creí que sería alguien fornido, su papa era alto y de complexión robusta, como si hiciera ejercicio, cosa que no hacia porque por su oficio no le daba tiempo. Así que siempre creí que sería algo hereditario.
-¿Pasa algo?- Pregunto Luis cuando noto que más que abrazarlo le hacía un examen físico.
-Nada, es solo que siempre creí que serias alguien igual de robusto que tu papa.

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El novio de mi hermana
Novela JuvenilShota Adulto x Niño Agustin es un joven como cualquier otro de 20 años, tiene una familia maravillosa y amigos muy bueno, incluso tiene una relación (Nada formal) con uno de ellos. Tiene una banda de música #TESTOSTERONA#, nombre ridículo pero tiene...