xii┊𝕴 𝘥𝘢𝘳𝘦 𝘺𝘰𝘶 𝘵𝘰 𝘴𝘢𝘺 𝘪𝘵 𝘢𝘨𝘢𝘪𝘯!

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→˚₊· xii  ܴೈ TE RETO A QUE LO VUELVAS A DECIR ❞

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▬▬▬▬▬▬ Saltar por una ventana a mil quinientos metros del suelo no suele ser algo divertido

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▬▬▬▬▬▬ Saltar por una ventana a mil quinientos metros del suelo no suele ser algo divertido.

Sobre todo si llevas encima unas alas de bronce y tienes que agitar los brazos como un pato.

Hanna le agarro el hilo más rápido que los otros cinco. Volar en escoba era mucho más difícil que eso.

Lo disfruto, de algún modo le recordó a Hogwarts, como volaba en la saeta de fuego con Harry y los demás del equipo. Cuando jugaba al Quiddith, incluso cuando Oliver empezaba con sus quejas y gritos sobre «No es un juego, Fred y George, tomenlo en serio» o los gritos de Lee Jordan por el megáfono a medio partido.

Una sonrisa apareció en su rostro... Pero todo lo bueno tenía que acabar de alguna forma. Tenían que aterrizar, las alas no durarían mucho.

Se lanzaron en picada hacia el Jardín de los Dioses. Luego planearon los seis sobre el valle, sobrevolaron una carretera y fueron a parar a la terraza del centro de visitantes. Era media tarde y aquello estaba repleto de gente, pero se quitaron las alas a toda prisa.

Al examinarlas de cerca los sellos autoadhesivos que las sujetaban a la espalda estaban a punto de despegarse y algunas plumas de bronce ya empezaban a desprenderse. Era una lástima, pero no podían arreglarlas ni mucho menos dejarlas allí para que las encontraran los mortales, así que las metieron a presión en un cubo de basura que había frente a la cafetería. Percy uso los prismáticos turísticos para observar la montaña donde estaba el taller de Dédalo y descubrió que se había desvanecido. No se veía ni rastro del humo ni de los ventanales rotos. Sólo una ladera árida y desnuda.

—El taller se ha desplazado —dedujo Annabeth, su seriedad causó un escalofrío en Hanna— Vete a saber adonde.

—¿Qué hacemos ahora? —Percy tenía un tono de voz más escalofriante que el de Annabeth. Y eso nunca presagiaba algo bueno— ¿Cómo regresamos al laberinto?

Hanna miró a Charlie, él le tomó la mano y las entrelazo, dándole a entender que estaba para ella pasara lo que pasara. La Morena sintió un nudo de gratitud por él y le abrazó el brazo.

SUNSHINE¹ ❪ pjo. hp ❫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora