Lágrimas Negras nace de la necesidad de plasmar una realidad olvidada. Un relato mayor creado a partir de la fusión de otros muchos que están por llegar o he dejado atrás en mi vida, un relato de relatos. Para ello era necesario convertirlos en una entidad integrada, cohesionada: holística. Sin ningún objetivo más profundo que el de otorgarle un alma y esencia propias, pero nunca con la intención de separarme de esa parte de mí, sino convertirla en sonidos tangibles, rítmicos y armónicos.
Con este breve frontispicio trato de poner en contexto a una obra que sé que resultará singular a la par que extraña. Tampoco la escribí con la intención de ser revelada a otras personas.
La obra supone un ejercicio personal de autoconocimiento, apreciación, aprendizaje y aceptación que cada persona puede interpretar libremente bajo su poder y experiencia únicos. Me gustaría, de hecho, que supusiese un camino de reflexión para quiénes algún día lleguen a leerme.
El protagonista, creado de forma poco específica, es el que permite conectar estas pequeñas experiencias entre sí. Como si de un fantasma olvidado se tratase. Él es el narrador de la historia, con la finalidad de enseñarnos el mundo que cruza diariamente a través de sus ojos. Sus descripciones extrasensoriales llenas de matices y de colores intensos son la manera de expresar esta realidad especial y única. La canalización, empoderamiento y magia de sus fuertes emociones.
Introducir sutiles pigmentos de maldad en la adorada belleza y hacer de lo maligno una obra bella. Golpear conceptos básicos por el mero placer de redescubrirlos. Entender la vida como algo trascendente al mal y el bien. Escuchar sus golpes de tambor, salvajes; sus gritos, inmundos; su fuerza, implacable; su dolor, hermoso...
La vida que avanza dejando atrás todo lo que el humano pueda llegar a comprender. Situarnos como un elemento más dentro de esta fuerza de naturaleza inabarcable. Aprender a caminar a través de sus sinfonías y ritmos, que aún siéndonos impuestos por su voluntad, siempre podremos bailar a nuestra propia elección. Esta es una historia de musicalidad y silencio, color y dolor, paz y caos, amor y odio, frío y calor...
Para poder escribir los actos, siendo una persona exageradamente inconformista con mis propias capacidades, me he otorgado la libertad de eliminar esa voz que resuena en mi mente de manera tan aguda y crítica que me exige que esto sea una creación idílica. Hasta cierto punto esto suena terriblemente ostentoso y ególatra, para mí y para los demás. Por ello y es que para liberarme de semejante ente oscuro, me gustaría recalcar desde un principio que no quiero que Lágrimas Negras sea una creación perfecta en la que todo esté pretenciosamente seleccionado. Así que me limitaré a dar por bueno aquello que escriba y que sienta de manera interna, libre, sin prejuicios, sin exquisiteces. En su imperfección reside mi amor y aprecio a ella, como parte fundamental de mi vida.
Por último, gracias a ti, que sabes quién eres, por enfrentarte a este reto personal encarando el miedo que te supone. Nunca dejaré de abrazarte. Yo creo en ti.
Gracias de corazón,
Jesús.
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Lágrimas Negras
FantasyIntroducir sutiles pigmentos de maldad en la adorada belleza y hacer de lo maligno una obra bella. Golpear conceptos básicos por el mero placer de redescubrirlos. Entender la vida como algo trascendente al mal y el bien. Escuchar sus golpes de tambo...